14.05.2013 Views

tenor pedro lavirgen. trayectoria de una voz - Helvia :: Repositorio ...

tenor pedro lavirgen. trayectoria de una voz - Helvia :: Repositorio ...

tenor pedro lavirgen. trayectoria de una voz - Helvia :: Repositorio ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Parte primera. Pedro Lavirgen, etapas cordobesa y madrileña (1930-1961)<br />

elementales que serían suficiente para la preparación <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas carreras y<br />

obtención <strong>de</strong> títulos especiales. 191<br />

La vida prosigue en Bujalance y con su incorporación en el Coro <strong>de</strong> la<br />

Parroquia va a <strong>de</strong>spertar nuevamente su afición por cantar. Pedro va a mantener<br />

<strong>una</strong> estrecha relación con el Padre Ladislao <strong>de</strong> Jesús María Senosiaín:<br />

“Yo salía con un grupo <strong>de</strong> chicos <strong>de</strong> Acción Católica. Una vez fuimos a<br />

<strong>una</strong> misa a Villafranca con el Padre Ladislao. Cuando me tomaba alg<strong>una</strong> copa los<br />

amigos en la taberna me hacían cantar El borracho, <strong>una</strong> imitación en la que tenía<br />

que hablar y cantar. El cura se enteró <strong>de</strong> mi interpretación, y cuando estábamos<br />

preparando la vuelta me hizo llamar... Yo volví a interpretarlo y entonces me dijo<br />

que tenía <strong>voz</strong> y que si quería ingresar en el coro. Este fue mi ingreso en el coro<br />

parroquial.” 192<br />

En torno al coro se va a constituir un nuevo grupo humano, un círculo <strong>de</strong><br />

amigos que se reúnen para cantar y con el que Pedro se integrará <strong>de</strong> lleno, aunque<br />

al principio tenían ciertas reservas hacia él porque tenía <strong>una</strong> <strong>voz</strong> potente y gritaba<br />

mucho:<br />

“Luego más tar<strong>de</strong> acabaron dándose cuenta <strong>de</strong> que lo que sí sabía<br />

precisamente era cantar. Tenía <strong>una</strong>s condiciones superiores a todos ellos: tenía<br />

oído, <strong>voz</strong>, y memoria para apren<strong>de</strong>r <strong>una</strong> cosa.” 193<br />

En ese grupo estaban Francisca Baena y su entrañable compañero y amigo<br />

Antonio Redondo. En casa <strong>de</strong> este último, hijo <strong>de</strong>l médico Alberto Redondo<br />

Pérez, un gran aficionado y entendido <strong>de</strong> música lírica, escuchaba aquellos discos<br />

duros <strong>de</strong> pizarra con grabaciones <strong>de</strong> Miguel Fleta e Hipólito Lázaro que<br />

<strong>de</strong>spertaron sus inquietu<strong>de</strong>s musicales:<br />

“Me pasaba las horas y horas en su casa. Antonio me ponía los discos y<br />

fue <strong>de</strong>sarrollándose lo que estaba en embrión, o sea la afición al canto. Es cuando<br />

<strong>de</strong>cidí yo que quería cantar, gracias a este inicio que me proporcionó el visitar<br />

esta casa por amistad con su hijo.” 194<br />

191 Í<strong>de</strong>m, p. 687.<br />

192 Entrevista personal <strong>de</strong>l <strong>tenor</strong> con la con la autora (24 julio 2000).<br />

193 Í<strong>de</strong>m.<br />

194 Í<strong>de</strong>m.<br />

103

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!