14.05.2013 Views

tenor pedro lavirgen. trayectoria de una voz - Helvia :: Repositorio ...

tenor pedro lavirgen. trayectoria de una voz - Helvia :: Repositorio ...

tenor pedro lavirgen. trayectoria de una voz - Helvia :: Repositorio ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Quinta parte. Cambios en la escena (1977-1981))<br />

Como base para nuestro comentario prece<strong>de</strong>nte, hemos tomado alg<strong>una</strong>s<br />

referencias <strong>de</strong> la prensa madrileña (junio <strong>de</strong> 1977), igualmente aplicables a otros<br />

ámbitos geográficos o temporales, –cuando así lo han expresado–. No obstante<br />

<strong>de</strong>bemos subrayar que, por encima <strong>de</strong> todo, en la crítica prevalecen los merecidos<br />

bravos, los aplausos y los elogios: estupendo, colosal, extraordinario. El <strong>tenor</strong><br />

vence y convence.<br />

¿Hasta qué punto el público estuvo al tanto <strong>de</strong> la irregularidad vocal por la<br />

que atravesaba el intérprete cordobés? Alg<strong>una</strong>s líneas nos hacen pensar en la<br />

existencia <strong>de</strong> ciertos rumores, como cuando Lola Aguado afirmaba: “por dura que<br />

sea la vida <strong>de</strong> un cantante, hay momentos que <strong>de</strong>ben <strong>de</strong> compensar todas las<br />

fatigas”, en relación a los aplausos que cosechaba con La forza <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino en<br />

Madrid. 443 En nuestra opinión, para quien ha <strong>de</strong>dicado toda su vida al canto, al<br />

que ha servido como <strong>una</strong> vocación, los momentos <strong>de</strong> gloria, y más cuando son<br />

reconocidos, suponen el aliento que anima a sobreponerse ante los posibles<br />

contratiempos.<br />

Asimismo en Barcelona, cuando es aclamado unánimemente por público y<br />

crítica por su Radamés (noviembre <strong>de</strong> 1977), José Antonio Gutiérrez <strong>de</strong> Liencres<br />

establece un paralelismo con otra memorable Aida ofrecida anteriormente.<br />

Entonces se sincera con la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> lo que ha presenciado y afirma:<br />

“Sinceramente, no esperábamos (contando los años transcurridos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

memorable versión <strong>de</strong> 1968) que Pedro Lavirgen nos convenciese tal como lo ha<br />

hecho con su interpretación <strong>de</strong>l difícil papel”. 444 Esta grata sorpresa interpretativa<br />

que le ofrece el <strong>tenor</strong> posiblemente tiraba por tierra cualquier expectativa previa, o<br />

contra<strong>de</strong>cía los posibles comentarios que pudieron girar en torno al solista.<br />

En Pedro Lavirgen se podían distinguir dos aspectos: el artístico y el vocal.<br />

Si el espectador asistía a uno <strong>de</strong> los días <strong>de</strong> irregularidad en la sonoridad, entonces<br />

el calificativo primero superaba al segundo, gracias a la proverbial generosidad<br />

443 AGUADO, L.: “El nervio <strong>de</strong> Verdi”, en: Diario 16, 4 junio 1977. A.P.T.<br />

444 GUTIÉRREZ DE LIENCRES, J. A.: “Crónica <strong>de</strong>l Liceo”. Monsalvat. Barcelona, n.º 46, enero<br />

1978, p. 49.<br />

861

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!