09.05.2013 Views

estudio etnobotánico y agroecológico de la sierra norte de madrid

estudio etnobotánico y agroecológico de la sierra norte de madrid

estudio etnobotánico y agroecológico de la sierra norte de madrid

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Estudio <strong>etnobotánico</strong> y <strong>agroecológico</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sierra Norte <strong>de</strong> Madrid<br />

enero y febrero se metía al ganado (cabras, vacas, ovejas) a pastar en los panizales<br />

(sembrados <strong>de</strong> centeno), lo que se <strong>de</strong>nominaba "dar <strong>la</strong> porreta". El ganado empezaba a<br />

pastar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong>s primeras he<strong>la</strong>das, cuando el suelo estaba más duro y no arrancaban<br />

<strong>la</strong>s matas al mordisquear<strong>la</strong>s. El diente <strong>de</strong>l ganado cortaba <strong>la</strong> berbaja (parte aérea),<br />

favoreciendo el <strong>de</strong>sarrollo radicu<strong>la</strong>r. A partir <strong>de</strong> marzo se guardaba el centeno, evitando<br />

<strong>la</strong> entrada <strong>de</strong> ganado y <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas volvían a brotar con más vigor. Como nos contaba<br />

Tomás Bernal, <strong>de</strong> Pueb<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sierra: "Después <strong>de</strong> haberlo careado mateaba fuerte".<br />

En otras ocasiones se segaba en ver<strong>de</strong> en esta época para alimentar a <strong>la</strong>s ovejas que iban<br />

a parir.<br />

La forma <strong>de</strong> cultivo era “año y vez”, <strong>de</strong>jando el terreno <strong>de</strong>scansar en años<br />

alternos. El barbecho <strong>de</strong> centeno, o erial, se l<strong>la</strong>maba en El Atazar “centenos ariales” y<br />

en ellos se metía el ganado a pastar en invierno, para aprovechar el rastrojo y para<br />

esterco<strong>la</strong>r. También se sembraba el centeno en zonas <strong>de</strong> jaral que se rozaban cada tres o<br />

cuatro años. Se rozaba el jaral en marzo, amontonando <strong>la</strong>s matas y quemándo<strong>la</strong>s en el<br />

terreno. Estos terrenos eran muy fértiles el primer año: “En los rozaos se cogían así<br />

unas espigas el centeno, granao, granao”. Al tratarse <strong>de</strong> un suelo muy pobre y en<br />

pendiente, no se podían meter los arados, por lo que se sembraba con azada. Después <strong>de</strong><br />

cosechar, se <strong>de</strong>jaba <strong>de</strong>scansar el terreno hasta que <strong>la</strong>s jaras se hicieran gran<strong>de</strong>s antes <strong>de</strong><br />

volverlo a rozar.<br />

En Pueb<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sierra el cultivo <strong>de</strong> centeno estaba asociado a <strong>la</strong> alverjana (Vicia<br />

sativa), que a veces se sembraba con este cereal y otras nacía espontáneamente “es<br />

amante <strong>de</strong>l centeno” (Gloria Bravo). También se sembraba el centeno mezc<strong>la</strong>do con<br />

veza y algarroba, con una proporción <strong>de</strong> 10-20% <strong>de</strong> centeno.<br />

El centeno se alternaba con patatas o algarroba. En los mejores terrenos <strong>de</strong> los<br />

tercios, en lugar <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar un año <strong>de</strong> erial, se sembraba <strong>la</strong> algarroba en los rastrojos, <strong>de</strong><br />

forma que “el rastrojo protegía <strong>de</strong>l frío a <strong>la</strong> semil<strong>la</strong>” (Cándido, Braojos). En Pueb<strong>la</strong> <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> Sierra, en Los Edraos, parce<strong>la</strong> <strong>de</strong> regadío, se sembraban patatas en mayo y cuando se<br />

cosechaban en octubre se sembraba el centeno tardío. Este centeno tardaba más en<br />

secarse, pero <strong>de</strong> esta forma se aprovechaba más <strong>la</strong> tierra. Al siguiente año se <strong>de</strong>jaba<br />

<strong>de</strong>scansar <strong>la</strong> tierra.<br />

La siega era en julio o agosto, cuando estaba casi seco el grano, porque “como<br />

estuviera muy granao, al pegarle con <strong>la</strong> hoz se caía el grano”. Al segar se cogían <strong>la</strong>s<br />

espigas que caben en una mano, lo que se l<strong>la</strong>maba maná. Juntando tres manás se hacía<br />

un manaero y tres manaeros hacían un haz. Los haces se ataban con un vencejo o<br />

encañadura <strong>de</strong>l centeno (tallo) y se amontonaban formando hacinas. Era común que el<br />

centeno tuviera cornezuelo (C<strong>la</strong>viceps purpurea). Según un informante <strong>de</strong> Canencia, en<br />

cada haz <strong>de</strong> centeno segado había una espiga con cornezuelo.<br />

Después <strong>de</strong> cosechar el centeno, se llevaba a los cerdos o <strong>la</strong>s vacas al rastrojo<br />

para que se comieran <strong>la</strong>s espigas que quedaban. Parte <strong>de</strong>l grano tril<strong>la</strong>do se llevaba a<br />

moler y <strong>de</strong>spués había que cerner los ciazos, separando <strong>la</strong> harina <strong>de</strong>l salvado. El grano<br />

entero <strong>de</strong> centeno se daba a cabras, ovejas y vacas como pienso, mientras que <strong>la</strong> paja<br />

servía <strong>de</strong> forraje para <strong>la</strong>s caballerías. Para los cerdos se reservaba <strong>la</strong> harina <strong>de</strong> centeno,<br />

que se les daba junto con remo<strong>la</strong>cha, cáscara <strong>de</strong> judía, hojas <strong>de</strong> á<strong>la</strong>mo, hojas <strong>de</strong> cerezo<br />

cocidas y ortigas crudas.<br />

516

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!