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RESTRICCIONES PARA TODOS

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Las emisiones atrajeron una importante audiencia en la Argentina, gran parte de la cual esperaba que los estudiantes <br />

pudieran consultarla sobre los temas que la presidenta normalmente eludía, ignoraba o minimizaba en sus monólogos de <br />

actos y cadenas nacionales. <br />

Como suelen hacer los voceros y figuras K, Cristina Kirchner negó temas evidentes, distorsionó situaciones y evadió <br />

preguntas. Se sintió autorizada para dictar cátedra al país anfitrión, al que calificó de “yankilandia” y criticó el manejo de <br />

las economías de los países centrales poniendo como ejemplo… ¡su propia gestión económica! Dijo también que “nadie” <br />

podía creer en la medición oficial de inflación de los Estados Unidos. <br />

Lo más insólito fue la actitud irrespetuosa de la presidenta hacia los estudiantes. Desde una postura burlona e irónica, <br />

tuvo permanentemente comentarios despectivos contra todos y cada uno de los jóvenes que le hicieron preguntas <br />

críticas. Entre otras cosas, la presidenta se burló del español de algunos estudiantes no latinos (cuando ella misma no <br />

hizo el esfuerzo de usar al menos algunas frases estructuradas en inglés, idioma que desconoce y del cual sólo recurre a <br />

expresiones sueltas como “always”, “too much” o “for ever”, no siempre en forma correcta, intercaladas en textos o <br />

discursos en español 225 ). Asimismo, trató a algunos alumnos como “compañeritos”, los consideró de “escaso nivel <br />

académico”, desinformados por “repetir monocordemente lo que dicen los medios”, y los acusó de hacer “preguntas <br />

para La Matanza y no para Harvard”. <br />

Este último comentario despectivo resultó una sorpresa para quienes veían a Cristina Kirchner como una persona <br />

sensible a las personas más humildes; se trataba de una referencia desdeñosa a una zona del Gran Buenos Aires donde <br />

supuestamente hay muchos de sus partidarios. Sin embargo, incurrió en idéntica actitud cuando un estudiante le <br />

preguntó sobre el control de cambios. La mandataria trató de hacerlo sentir culpable por ir a Harvard “cuando hay gente <br />

que no puede ir siquiera a la Universidad de La Matanza” y le recriminó que seguramente él no tenía “problemas de <br />

dólares” (descartando la posibilidad de que consiguiera una beca o de que hiciera enormes esfuerzos para reunir el <br />

dinero), lo que según la mandataria convertía esa pregunta en “injusta”. <br />

El aparato de propaganda oficial trató de descalificar a uno de los alumnos argentinos de Harvard que le hizo una <br />

pregunta a la presidenta por ser militante del PRO, como si esa circunstancia no le diera derecho a preguntar. También <br />

sugirió que a los estudiantes les habían “escrito las preguntas” (¿opositores? ¿periodistas?). <br />

Es necesario señalar que el tono de todos los estudiantes participantes fue respetuoso y sus preguntas fueron las que <br />

normalmente le harían a la presidenta la mayoría de los argentinos (no sólo los “periodistas de los medios <br />

concentrados”). Tampoco fueron preguntas extemporáneas que podrían haberle formulado personas con ánimo <br />

provocador. <br />

Sobre su autocaracterización como la presidenta “más maltratada y agraviada” de la historia argentina, debe <br />

recordarse que Frondizi, Illia, Isabel Perón, Alfonsín, Menem o De la Rúa no fueron tratados con guantes de seda ni por <br />

los medios ni por la oposición. <br />

Las cifras de crecimiento patrimonial de la presidenta mencionadas por la estudiante que preguntó eran, con <br />

diferencias menores, las que figuraban en las correspondientes declaraciones juradas. <br />

Estos encuentros fueron una rara oportunidad de ver a Cristina Kirchner sin su corte habitual de aplaudidores y en un <br />

ambiente donde no podía controlar las intervenciones o las reacciones, situación de la cual salió muy poco airosa.<br />

26.09.2012<br />

Los periodistas acreditados en la Casa Rosada emitieron un comunicado donde niegan que la presidenta<br />

dialogue “permanentemente” con ellos.<br />

§<br />

El comunicado decía lo siguiente:<br />

“La Sala de Periodistas de la Casa de Gobierno desmiente las palabras de la presidenta Cristina<br />

Kirchner, que durante una ronda de preguntas en la Universidad de Georgetown sostuvo que<br />

dialogaba ‘permanentemente’ con los cronistas acreditados de la Casa Rosada".<br />

Cuando los acreditados logran acercarse a la presidenta después de los actos, Cristina Kirchner<br />

habitualmente no responde las preguntas. Los periodistas acreditados reiteramos la necesidad<br />

de que tanto la jefa del Estado como sus ministros den cuenta de sus actos de gobierno,<br />

reclamamos conferencias de prensa y libre acceso a la información pública [...] Una vez más,<br />

reiteramos nuestra preocupación por la falta de información sobre la agenda presidencial y<br />

reclamamos se habilite nuevamente el acceso dentro de la Casa de Gobierno a dialogar con los<br />

asistentes a los actos o invitados al despacho presidencial”.<br />

225 Entre errores desopilantes de frases en inglés de Cristina Kirchner figuran “know house” (literalmente, “casa del<br />

conocimiento” cuando quiso decir “know how”, conocimiento de procesos tecnológicos; el 17.11.2008, en Argelia), “toch and<br />

go” (por “touch and go”, frase que en inglés tiene un sentido distinto al “toco y me voy” argentino), “wine to wine” (sería<br />

literalmente “vino a vino”, pero se refiere a la expresión “win-win”, un trato en el que ganan ambas partes) y “lady in case”<br />

(literalmente “dama en una caja”, cuando quiso decir “leading case” o caso emblemático), todas ellas empleadas en distintos<br />

discursos.<br />

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