12.04.2013 Views

LA METAMORFOSIS DE LA IDEOLOGÍA - El Corte Inglés

LA METAMORFOSIS DE LA IDEOLOGÍA - El Corte Inglés

LA METAMORFOSIS DE LA IDEOLOGÍA - El Corte Inglés

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

solo para salvarse, sin el concurso de la gracia. <strong>El</strong> cosmopolita Erasmo, sabio,<br />

refinado, que ama la paz, se ve arrollado por Lutero, demagogo, intolerante y<br />

sectario, que afirmaba que Jesús no vino a traer la paz, sino la espada, ganando<br />

la partida en la calle. Así, en esa primera gran disputa del mundo moderno,<br />

se imponen los que prefieren la seguridad de la salvación predestinada, a la<br />

aventura incierta de la salvación en libertad. Pero ello, claro está, no eliminó<br />

el debate sobre el mal, el miedo y la libertad. Dentro del cristianismo, fue notable<br />

el enfrentamiento de los modernos jesuitas con Pascal y sus congéneres<br />

de Port Royal, empeñados en una lúgubre visión de la vida humana como infortunio<br />

pecaminoso. Esta visión pascaliana chocó también con la Ilustración<br />

racionalista y especialmente con Voltaire, que hizo una crítica literaria y poco<br />

profunda de los Pensamientos de Pascal, al mismo tiempo que se burlaba del<br />

optimismo desmedido de Leibniz y su mejor de los mundos, donde se daban<br />

catástrofes como el Terremoto de Lisboa y los infortunios de Cándido. Las críticas<br />

y sátiras de Voltaire tuvieron gran éxito en la batalla contra esas visiones<br />

contrapuestas del mal, pero no aportaban una respuesta secular y moderna al<br />

problema de su origen. Esa respuesta secularizada, que revolucionó al mismo<br />

tiempo la teoría de la sociedad, la proporcionó Rousseau, al situar el origen<br />

del mal en la sociedad. En la teoría del ciudadano de Ginebra, no hay pecado<br />

original, sino un estado de naturaleza donde el hombre es bueno y goza de<br />

libertad, antes de ser corrompido por la sociedad, origen de la degeneración<br />

viciosa que se derivó del trabajo y la propiedad privada. En el hombre natural<br />

no hay distinción entre el bien y el mal. La aparición del orgullo como consecuencia<br />

del trabajo es la auténtica caída del hombre, llamada a enfrentar<br />

la cultura con la naturaleza. Así se pierde la transparencia inicial, oculta por<br />

los velos tejidos por la civilización, que sólo una luz nueva puede volver a su<br />

primera claridad. <strong>El</strong> mal, dice J. Starobinski, es siempre velo y ocultamiento<br />

y es la idea del mal la que confiere al sistema su dimensión histórica (3). La<br />

liberación de los velos opacos que ocultan el mal permite la aplicación de las<br />

luces para construir una sociedad civil libre, más allá del degenerado mundo<br />

histórico, asentada en la voluntad general de los ciudadanos. De este modo, el<br />

mal, originado en la sociedad, es redimido desde la misma sociedad, sin necesidad<br />

de ningún dios que traiga la salvación. Es el propio hombre, regenerado<br />

en el contrato social, quien se convierte en su propio salvador.<br />

La sociedad moderna emprendía así su escalada de una secularización impulsada<br />

por la racionalidad burocrática. Max Weber describió muy bien la<br />

– 372 –

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!