código civil

114 EXPOSII;lÓ~ y COME~TARIO DEI, CÓDIGO CIVIL ARGENTINO
dose el, la acción que nace del contrato mismo, pues debería ser
inalterable el principio de que todo el que causa UI1 daño á otro
dehe resarcirlo.
~ G2-!.·- CAPACIDAD PARA ESTE CONTHATO
El comodato sólo puede tener efecto entre personas capaces
de consentir, y que tengan facultad para prestar.
Si el comodante e.'; incapaz para contratar, ó esta bajo una incapacidad
accidental, puede demandar al comodatario capaz ó
incapaz por la nulidad del contrato, .1/ e.rigil' la restitución de la
co.«a ante.'; del tiempo convenido; ~U¡S el comodatario capaz no
puede oponerle la nulidad del contrato (art. 2257); ¿qué podría
porque se permite perjudicar impunemente, ofertando el uso de una cosa
que no se quiere ni -desea conceder. El que promete entregar una cosa debería
ser obligado á hacerlo, ó en caso de no poder, á pagar los daños y
perjuicios: sin embargo, debemos aplicar los principios que nacen del artícalo.
- Comp. POXT, n? lB, y Dt:YERGIER, ]',./8lrI/II0, n? 2iJ. - Véanse
artx. iJ77, ] 141,] 142, 2244 Y H27i'>.
(Art. 2257.) En el préstamo de uso no se transfiere la propiedad de
la cosa, y por consiguiente, no se necesita tener capacidad para enajenarla,
basta que se tenga la de administrar. Así, el menor emancipado,
puede dar ó tomar en comodato, sujetándose á lo dispuesto en el arto ]35,
en cuanto al tiempo y al valor del uso. Siguiendo la antigua doctrina,
que buscaba el beneficio del incapaz, sin tener en cuenta, que cuando no
hay voluntad en uno de los contratantes, no puede exixtir contrato, se declara
que el incapaz puede pedir la nulidad, más no el capaz; así es que
de un acto nulo y no existente se hace uno anulable. Esto se comprendería
cuando el incapaz ha podido manifestar su consentimiento, aunque
imperfectamente: pero no así, cuando éste no existe, como en el caso del
demente Ó d el menor impúber que no tienen voluntad. Si el comodante
incapaz no pille la nulidad del contrato, el comodatario capaz tendrá
que cumplirlo, lo que ni está conforme con los principios generales del
derecho, en materia de contratos, ni ron la naturaleza misma de la pros-
Sota riel Dr. Jíelez-."·w'.Yjie!¡1 al a rt, 22:;G. - EII ..uanto á la. última parte,
Pont sostiene lo contrar-io en pi c-omentur'io al arto lH7¡J,1 11" lB, con algunas
razones aparentemente buenas.