código civil

336 EXPOSICIÓN Y COMENTARIO DEI. CÓDIGO CIVIL ARGENTINO
favor del poseedor de la cosa, en caso de concurso; pero desaparece
y entra en la categoría de los acreedores comunes, una vez
que la ha entregado.
cuando provenga de un hecho que produzca obligaciones respecto al tenedor
de la cosa. En aquel lugar la trataré con la extensión necesaria;
por el momento debemos decir, que' estando reconocido expresamente el
privilegio, no puede ser motivo de cuestión.
Cuando el Código Civil se puso en vigencia, los tribunales incurrieron
con frecuencia en errores al aplicar disposiciones completamente
nuevas, y en ese caso creo se encuentra la sentencia de 1874, confirmada
por la Suprema Corte (Serie 2, tomo V, pág. 44H)en que no acuerda al poseedor
de buena fe el privilegio de retención por las mejoras necesarias
y útiles: negando que no puede extenderse al presunto acreedor, «mientras
la obligación que demanda no proceda ó traiga origen de un contrato
ó cuasi-contrato entre las partes»; palabras que el Dr. Velez-Sarsí'ield
copió de Aubry y Rau, § 26G bis, nota 5, y en que estos autores se
deciden P"Ol' nna opinión intermedia, entre los que niegan en Derecho
Francés el derecho de retención no autorizado por la ley expresa, y los
que lo extienden á los casos análogos; admitiéndola Aubry y Rau, sólo
cuando los gastos fueran hechos en virtud de contrato ó cuasi-contrato.
Pero como nuestro Código lo reconece expresamente, no se la puede disentir.
Para ejercer el derecho de retención no es necesario que la deuda sea
reconocida, ó que los gastos hayan, sido materia de juicio; porque si bien
es cierto que éste puedo tener lugar cuando de plano se reconoce la propiedad
del reivindicante, como en el cornodato, depósito, etc., alegando
la retención por los gastos necesnr'ios, no puedo efectuarse cuando el
poseedor se cree dueño y rechaza la acción de reivindicación, limitándose
á sostener su derecho; concluido el pleito, recién tendrá ocasión de
alegar la retención por las mejoras hechas.· Hay, pues, dos juicios completamonte
separados: el de reivindicación contra el poseedor, y una vez
vencido, comenzará el del pago de las mejoras y la retención de la cosa.
La ordenanza francesa de l\foulins, á fin de evitar que el poseedor
buscase prolongar su posesión, señalaba el término de un mes para hacer
liquidar el importe d e las mejoras, y la ley de 1(iG7 dejaba al árbitro
del juez seüalar un término, pasado el cual, el propietario podía entrar
on posesión dando fianza de pagarla. ~uestras leyes de procedimientos
nada indican al respecto,
El Dr. Llerena funda muy bien la crítica á la decisión de la Corte Su-