código civil

DEL DOMINIO DE LAS COSAS (AUT. 25(j~) 5Ul
El Código distingue cuanelo la especificación se ha hecho ele
buena ó mala fe; porque necesariamente debe tenerse en cuenta
una circunstancia tan capital, para la adquisición ele la materia;
por consiguiente, si la tramsformacián se hace de buena fe, iqnorondo
el transformador que la cosa era ajena, y no fuere posible
reducirla á su forma anterior, el dueño de ella sólo tendrá derecho
á la indemnización correspondiente (art. 2568); por el contra-
(Art. 2568.) La buena fe se presume, salvo la prueba en contrario,
y corresponderá al dueño de la materia, el demostrar que el transformador
sabía que la cosa era robada ó perdida. No considero justa la resolución
del artículo, porque en ningún caso la buena fe del transformador
puede servirle de título para la adquisición de la cosa ajena, desde que
el dueño quiera pagar los gastos de la transformación; y menos justo aun
dar derecho al dueño de la materia que no puede reducirse á su forma
primitiva, para que sólo cobre la indemnización correspondiente, cuando
lo natural y lógico habría sido como lo trae Freitas, arto 4135, que dice:
y fllti.-EI de Holanda declara que el que ha empleado materia ajena en formar
una cosa de una nueva especie, puede apropiársela, pag-ando el precio de
la materia, y los daños é intereses, arto ()(¡l. Tal resolución no disting-ue si ha
habido buena Ó mala fe en el especificante.
(; oyena, en el arto 424, proyecta así: 'Hi la materia es más preciosa que la
obra en que se emplea, ó superior en valor, el dueño de ella tendrá la elección
de quedarse con la nueva especie, indemnizando el valor de la obra, ó de pedir
indemnizaciones por la materia. Si la especificación se hizo de mala fe, el
dueño de la materia, tiene derecho de quedarse con la obra sin pagar nada al
q u« la hizo, ó de exig-ir de éste que le indemuice del valor de la materia .Y lIt...
lo:' perjuicios que se le han seg-uido.
j,;n la primera parte, el artículo de Guyena esta conforme con el nuestro:
pero no en la seg-unda.
Cuando la propiedad mueble de una persona se ha confundido con la de
otra, ú dI' ambas se ha, hecho nn solo cuerpo, ú es el caso de la especificación, la
juvisdic-ción de la causa, en Inglaterra .r en los Estados Unidos. corresponde á
las Cortes de equidad, las cuales, sin violar abiertamente las leyes, disponen lo
que sea debido al dueño de la materia empleada sin su consentimiento: .Y lo
mismo respecto á las cosas mezcladas Ú confundidns. Story, Eljuitll jll;'ispl"lIdeuce,
§ (;23. En nuestro pais los jueces ord ina.rios .tienen por las leyes las
mismas facultades que las Cortes dI' equidad. como la t ivnen en los varios Estados
(le la Unión donde no hay establecidas Cortes de equidad.
Fallo» de la Cdm, de Ape], de la Cap. - Aplicación de los arts. 2:36i 1I :!:3fj8.
--La equidad 110 puede servir de base para dar por justificados hechos sobre
los cuales el demandante no ha producido prueba suficiente.-.Tur. Civ., 1, 111;,
}o;¡"r.2".
ao