código civil

DEIJ DOMINIO DE LAS COSAS (ART. 25(-)2) 539
dores con otros fines, no será propietario del todo; así, cuando
el obrero, qite trabajando en un fundo ajeno encontrare un tesoro,
tendrá del'echo á la mitad de él, aunque el propietario le hubiere
anunciado la posibilidad de hallar un tesoro (art. 2562).
si la busca hecha con permiso del dueño no le quita ese carácter, y el
poseedor de buena fe goza del derecho de descubridor cuando halló el
tesoro sin buscarlo, no hay ley que se lo quite, por el hecho de haberlo
buscado; la cuestión podría suscitarse con razón cuando ha sido poseedor
de mala fe, en cuyo caso aceptaría la opinión contraria.
Pothier, Propiedad, n? 65, dice: «si alguno hubiese hecho, sin consentimiento
del propietario, excavaciones en su campo para buscar un tesoro,
y lo hubiese encontrado, no tendrá parte alguna, porque no debe
sacar provecho del delito que ha cometido»: es, pues, más bien una pena
impuesta, no la negativa de que haya verdadero tesoro, ni inventor. Y
así lo expresa claramente el arto 425 del CÓC1. de Portugal y Freitas,
arto 4121. El Cód, Chileno, arto 626, es más claro que el nuestro: « el
descubridor no tendrá derecho á su porción, sino cuando el descubrimiento
sen fortuito, ó cuando se haya buscado el tesoro con permiso del
dueño.» 'I'oullier, IV , n° 35: «cuando el propietario hace buscar tesoros
en su propiedad, es necesario que tome precauciones para probar el hecho,
porque el descubridor puede alegar su derecho de invención.»
(Art. 2562.) Cuando el propietario hace trabajos en su propiedad,
sin tener el determinado objeto de buscar un tesoro, aunque prevenga á
los trabajadores y les encargue de fijarse bien, porque pueden encontrar
un tesoro, esas advertencias no privarán de su derecho de descubridor
al que lo hubiese encontrado. Es necesario, pues, que el objeto
de los trabajos sea la busca del tesoro; sin embargo, según la clase
de trabajos, pueden tener ese ú otro objeto. Será en todo caso una cuestión
de hecho que los jueces resolverán según las circunstancias do cada
caso, teniendo presente que siempre d ebe encontrarse una voluntad claramente
expresada de buscar el tesoro.-AL'BHY y RAL', ~ 201, texto á
la nota 35. DE~IOLO:'~BE, XIII, n" 50. Dl"RA!\TOX, IY, n'' 31¡j.-Yéanse
arts. 255G, 2558, 2;)G1 y 2503.
Nota del ])1'. Velez-,....·nrs/ield al arto 2;j(il.-L. 4;>,Tit. 2H, Parto g".--cúa.Francés,
arr, ;lr>2.--Ley única, Cúd. Romano, De Tltesnlll'i.'f.-Aubry y Rau, § 201.­
Pothier, De In propiedad, n° (jiJ,-DurantOlI: tomo 4,11'>'; 31lj y 3lí.-En «entra,
Tonllh'r, tomo 4, n° 3r>.
Nota del DI'. Vele:o:-Snn{ield al arto 2:ifh'.-Zaehariafl.', §,2!l4, nota 14.-L. 4;-"
Tit. 2H.•)art. 3 n •