código civil

ó
230 EXPOSICIÓN Y COMENTARIO DEL CÓDIGO CIVIL ARGENTINO
recobrado su libertad, es necesario perseguirlos para continuar
poseyéndolos por la sola voluntacl, desde que se les deja, pertenecen
al primero que los toma.
3° Las piedras, conchas ú otras substancias que el mar arroja,
siempre que no presenten signos de un dominio anterior
(art. 2343, n'' 3), y aunque lo presentasen, si no hay persona
que pueda justificar la propiedad exclusiva ele esos objetos.
4° Las plantas y .l/el'basque vejetan en las costas del mar, y
también las que cubrieren las agua.,; del mar ó de los ríos ó lagos,
guardándose los reglamentos policiales (art. 2343, n? 4); porque
se producen y encuentran en lugares ele uso público.
¡jO Los tesoros abandonados, monedas, joyas y objetos preciosos
que se encuentran sepultados ó escondidos, sin que haya indicios
ó memoria de quien sea su dueño; obserrdndose las restricciones de
ele otros propietarios; pero á semejanza del que persigue el animal herido
que continúa perteneciéndole, en cualquiera parte que cayese, debe
perseguir el enjambre y reclamarlo inmediatamente, cuando se posare
en terreno cercarlo ó cultivado; así se concilian los términos de este artículo
con el arto 2546.--FREITAS, arto 328, n? 3.
(Art. 2343, n" 3.) La única limitación para la apropiación de las cosas
encontradas en el fondo del mar, es que no presenten signos de un
dominio anterior; así, todo lo que se extrajese de él ó de los ríos nave­
Wlbles, será del que los hubiere encontrado: por consiguiente, si el mar
el do arrojasen á sus orillas piedras ó minerales preciosos, serán del
primero que los tomara. Los objetos que demostrasen un dominio anterior,
se encontrarán sometidos á las reglas de los arts, 2531 y sigs., sobre
cosas pereli