código civil

334 EXPOSICIÓN Y COMENTAnIO DJo~IJ CÓDIGO CIVIL AUGENTINO
4 Y El poseedor de buena fe puede reten el' la cosa hasta ser pagado
de los gastos necesarios ó útiles; pero aunque no usare de
útiles hasta la concurrencia del mayor valor obtenido por la cosa. No
hay dificultad en decidir, que si el poseedor gastó 25 y el mayor valor
es de ¡JO, sólo deberá los 25; pero si el mayor valor es sólo de 10, el
poseedor de mala fe perderá los 15 restantes; en esto están conformes
todos los jurisconsultos; pero las opiniones se dividen tratándose del
poseedor de buena fe. Nuestro Código se decide por la mejor doctrina
no haciendo distinción alguna, y obligando al reivindicante á pagar
sólo las mejoras existentes, por el valor que ellas tengan; es decir, por
aquello con que se enriquecería el reivindicante á costa del poseedor.
Algunos autores como Demolombe y Larombiére opinan que en los gastos
útiles se debe comprender, no sólo lo que el poseedor empleó en dinero,
sino en trabajos, cuidados, industria, etc., y que debe remunerarsele
: por nuestro derecho no podría aceptarse tal doctrina, porque el
rei vind icnute sólo se obliga por la utilidad recibida en la medida de lo
gastado por el poseedor.
Cuando el artículo habla de los inqntrstos ertraordinnrio« «l inntueble
se refiere á los que dan mayor valor á la cosa, como el adoquinado,
las cloacas, etc., que son construceiones impuestas por la ley para la
higione y viavi lidad. Los impuestos ordinarios que gravan el inmueble,
como la contribución directa, etc., son á cargo del poseedor de buena fe
que goza de la cosa. No creo que nuestro artículo comprenda el pago de
impuestos atrasados, como lo trae Freitas, porque esos impuestos aunquo
graven el inmueble. los debe el que se cree dueño y lo detenta como
tal; por esa razón el arto 242!) autoriza al reivindicante para compensar
osos impuestos, cnnndo los pagare porque los debía al poseedor
de buena fe.
Los gastos ordinarios para producir los frutos, cuando el reivindicante
los percibiera por estar pendientes al tiempo do la restitución, él
los deberá porque la regla es que no hay frutos sino deduciendo los gastos
hechos para producirlos; per·o cuando el poseedor los percibe, son do
su cuenta. Freitas comprende los gastos á deducir de los frutos pendientes.
Cuando el artículo habla de dineros gastados, no distingue su origen;
así, so le deberán aunqno procedan de los frutos percibidos por 01posee­
(lar de buena fe; pero no podrá cobrar intereses porque van compensados
con los frutos.
Los dineros gastados en tuejor«.... útiles no son en realidad yrl ....to .... neo