código civil

~60 EXPOSICIÓ~ y COME~TARIO DEL CÓDIGO elVII, ARGENTINO
ejerce (art. 2368), sin que los demás puedan alegarla, desde que
contra ellos no ha existido hecho alguno.
(Art. 2368.) El artículo supone que la prescripción se alega contra
el que sufrió la violencia, de modo que cuando A, dueño de una cosa que
posee B, para sí y como dueño, y de que ha sido violentamente privado
quiere reclamarla de e, despojante, no puede oponerle la violencia
ejercida contra B, y C, puede alegarle la prescripción. El propietario
en este caso vendría á ser un tercero extraño contra el cual no se ha ejercido
violencia alguna. Aún más, el contrato del que resulta la posesión,
como la compra-venta, por ejemplo, puede estar viciada por la violencia;
pero pasados losdos años de la prescripción de la acción,artA030,quedaría
purgada, y podría oponer al verdadero dueño que no intervino en el acto,
la prescripción de 10 y 20 a11Os, pues tiene un titulo translativo de dominio.
En este sentido se puede decir, que el rechazo de la turbación de la
posesión cuando quiere recobrar la cosa el propietario, no constituiría una
violencia; pero, ¿sería bastante para interrumpir la prescripción? No lo
creo, porque la interrupción no tiene lugar sino por acto judicial; (art, 3986
y su nota), pero si fuera privado de la posesión por más de un año, aunque
lo hubiere ejecutado por un tercero extraño, aprovecharía al propietario,
arto 3990.
Por nuestro derecho no se puede sostener la opinión de Vazeille,
n? 69, de que las vías de hecho ejercidas por el propietario para recuperar
la cosa, por numerosas que fueran, podrían interrumpir la prescripción.
- Comp. Dl"RA~TOX, XXI, n? 210, que discute extensamente el
punto. At:BRY y RAt:, § 1HO, texto á la nota 27.
No hay distinción que hacer entre la violencia material ó la simple
intimidación, como no la hay entre que el desposeído sea el mismo poseedor
1.'1 otro que poseyera en su nombre.
En el derecho romano la posesión adquirida por violencia se consideraba
1'Í(';OSfI, y no era susceptible de producir la usucapión; por
nuestro derecho, ese vicio se purga, en los contratos, por dos años.
Pero es necesario distinguir, que así como la violencia para adquirir
la posesión es un vicio, esa misma violencia usada para mantenerse
en la adquirida pacíficamente no lo es; por el contrario, es el uso
de un derecho reconocido por la ley. La posesión jJfIf'í/i"('(t, en este sentido,
es, pues, aquelln que se adquirió sin violencia, aunque haya sido
turbada por hechos de extraños ó del mismo que se cree con derecho á
la poseaion ; así, dice Colrnet de Santerre, VIII, 33U, bis, V y VI: « el
vicio de violencia supone hechos emanados lid poseedor y no de aquel