código civil

DEL DOMINIO DE LAS COSAS (AUTS. 2571, 257:2) 51;7
Como en muchos casos la separación dp las cosas no podría.
efectuarse sin perjuicio para ambos propietarios, se ha establecido
la regla, de que la cosa accesoria siga á la' principal, siendo
del dueño de ésta, quien la abonará por lo qu€' valiere; si no hay
cosa principal, se establece una especie de condominio sobre la
totalidad. Estas diferentes situacioues son las qUE' vamos á estudiar
en los párrafos siguientes.
~ 7:23. -- DEL ALl'VIÓN
Son accesorios de los terrenos confinante,'; con la ribera de 10.0;
ríos, 10.0;acrecentamientos de tierra que reciban paulatina é insensiblemente
por electo de la corriente de las aguas,.lJ pertenecen á lo.,
dueños de las heredades ribereñas. Siendo en las costas de 1JW1' Ó de
ríos naoeqables, pertenecen al Estado (art. 2572); por con si-
(Art. 2572.) El río, sea ó no navegable, corresponde al Estado,
no como río, sino como corriente de agua tille sirve para el uso público
y debe estar sujeto á los reglamentos, ú fin de que los particulares no
puedan perjudicar la navegación, si es navegable, Ó la distribución de
las aguas, si no lo es. Nuestro Código, separándose de estos principios en
que se funda el C6d. Francés, arto ¡)¡)(i, y todos los que lo han seguido,
tos separados ele la cosa que los ha prorlucido, 110 pueden ser si no la coutinuación
del derecho que 'yO te-nla antes Ile Sil se paruci óu, cuando estaban verdadoramente
unidos á la cosa q ue los ha. producirlo. Xo ~ ciertamente cuando
las niauzanas caen del árbol, r-uando las adqun-ro por accesión ; el las ya me
pertenecían. Los frutos. como las hojas, mir-utras c'stúu unidos, no son uua cosa
distinta dI'! arbol, Xo puedo dec-ir. que a uu- todo. Il'ngo la propiedad del árbol,
y se paradamente la propiedad lir' los frutos. TI'IIgo simplemente la propiedad
111' UII arbol cargarlo de hojas y Ilr~ frutos. \'0 puedo entonces decir que tengo
pr-imero un bien inmueble, 1'1 terreno l'1I 'IUI' t'stá I'! árbol: un primer bien
mueble, que seria. 1'1árbol, y después, otros tauros bienes muebles como frutos
haya. Xo tengo sino UII iJicm inmueble 'IUI' I'S 10\ suelo y el árbol con todos
sus frutos, los r-uales forman IIU solo todo, UII solo y mismo objeto Ile mi propiedad.
Pero pUl'S que no tengo siuo UII solo bivn inmueble, que comprende
iudi visihlement«, el suelo, I'! árbol y los l'rut os, y que después de la formación
de I'stos í'rutos 1'11 ramas lit'l árbol, no tl'lIgo UII bien nuevo, no hay por qué
hablar dI' adquisición a.lguna, Xada lu- adqui rido, no tengo en mi patriuiouio
una rosa uuevu. Consvrvo y «ontinúo vn u-ru-r lo ún ir-o I}\W tvu ia ; luejro no
hay adquisición dl~ propiedad. (Sobre pi art. ;),\li.)
Pothivr SI' 1'1II)ll'llll 1'11 sosreuer 'IUI' hay dos ('osas distinras. 1'1 terreno :r Ios
f'rutos, (I)« la propiedad, 11" 1;,1.)