código civil

DE LA POSESIÓN (ART. 2351) 233
basta por sí sólo para crearla, se necesita de la intención que la
complete; asi, habrá posesión de las cosas, cuando alguna persona,
por sí ó por otro, tenga una cosa bajo su poder, con intención de
someterla al ejercicio de un del'echo de propiedad (art. 2351);
(ATt. 2351.) Se ha discutido extensamente sobre si la posesión es
un hecho ó un derecho, y me inclino á creer con Savigny, que ha tratado
como maestro consumado esta materia, de que la posesión es un hecho. El
Dr. Velez-Sarsfield acepta en la nota 2470 que es un derecho; pe~'o el
Código la considera sólo en sus relaciones con las acciones posesorias
que engendra. Cuando se trata de la usucapión no es sino una condición
para adquirir, como lo es el justo título, y en ese caso no es ni puede ser
un derecho. La posesión como un simple hecho material, considerada en
sí misma, puede engendrar derechos, modificarlos ó estinguirlos ; pero
éstos son las consecuencias del hecho, que no se confunden con el hecho
mismo. Así, el que comete un delito hace nacer derechos en aquellos que
son perjudicados; pero de ahí no se deduciría el absurdo de que el delito
es un derecho. El que entra en posesión de una casa desocupada no se
crea un derecho por ese acto material, y si la ley lo proteje concediéndole
una acción contra otro que quiere perturbarlo, es más bien por consideraciones
de orden social, que como reconocimiento y consagración
del hecho, que no le ha creado un derecho. El Dr. Segovia. que trata esta
materia con gran competencia, sostiene con Molitor que la posesión es
un derecho, y si bien la discusión sólo tiene un interés teór-ico, debo tratarla
aunque sea someramente. Dice el Dr. Segovia: «como complemento
á la protección del dominio, la ley ha debido proteger la posesión y con
sideral' esta última como una propiedad d(' //(,('/10. Ó como una est eri oridad
del dominio, tratando al poseedor como á dueño presunto. Y (lesde
que la posesión es un interés jurídicamente protegido, claro es que ('OIlStituye
un derecho... Los hechos no se reclaman ante los jueces». El ilustrado
jurisconsulto ha perdido de vista la demostración que debió hacer,
y era probar, que la posesión como un 11('('//0 11/(11('1";0/ es un derecho, y
que la ley debe protegerla en ese carácter. Toma la posesión que viene
del dominio para llegar al hecho ficticio que no tiene relación alguna
con él. La cuestión es: ¿debe la ley proteger este hecho material como un
derecho? La protección en este caso no crea el derecho ni lo reconoce:
protege el hecho porque nadie debe perturbar el orden social ni atentar
contra la persona, ni constituirse en juez, sin entrar á decidir si tiene ó
no derecho para poseer la cosa.
Tomemos la posesión en su primer elemento, como un hecho mate-