código civil

CAPÍTULO V
DE LA COXSERVAr'IÓX y DE LA P}~RDIDA DE LA POSE1;IÓN
§ 676.-DE I.A CONSERVACIÓN POR SÓLO El, ÁNIMO
Hemos dicho que para adquirir la posesión no era suficiente
la sola voluntad de poseer, es necesario acompañarla de un
acto material que nos ponga en presencia de la cosa, y nos dé la
posibilidad física de tomarla; en ciertos casos bastaría con la
simple vista, que unida á la voluntad nos haría adquirir la posesión.
Una vez adquirida, para conservarla no se necesita de medios
exteriores ó de hechos materiales que exterioricen nuestra voluntad;
porque la posesión se retiene y se conserva pOl' la sola voluntad
de continuar en ella, aunque el poseedor no tenga la cosa por
sí ó por otro (art. 2445, 1/\parte). Así, aunque dejemos el campo
(Art. 2445.) La posesión (le los inmuebles que He conserva por la
intención, es aquella que es la consecuencia de un título translativo del
dominio, y no cuando se toma sin título; porque ésta necesita de la ocupación
constante, que es su único título; una vez que ésta desaparece, la
posesión se pierde, no se interrumpe en el sentirlo legal. El artículo concede
un privilegio, por decirlo así, al que adquirió una cosa raíz con título
para poseerla con la simple vista, y continuar poseyéndola por la
sola voluntad; privilegio que no puede gozar el que no es dueño, y necesita
de actos constantes de dominio que demuestran la voluntad permanente
do adquirirla para sí. Y una de las razones de esta diferencia
la da Laurent, diciendo: « el dueño nada tiene que adquir-ir, él sólo quiere
conservar ... mientras el poseedor pretendo adquirir la propiedad poseyéndola;
por consiguiente es necesario que posea, es decir, que haga
actos de posesión». Aceptar la doctrina contraria sostenida por algunos,