código civil

12 EXPOSICIÓN Y COMENTARIO DEL CÓDIGO CIVIL ARGENTINO
les, la remuneración debía ser la regla á que obedeciera; pero ha
salvado en parte la dificultad cuando dice el arto 2183: una remuneración
espontáneamente ofrecida por el depositante al depo-
Baudry-Lacantinerie y Walh, De deposito, n? 1012, dicen: que la entrega
de un objeto á un tercero, porque éste tiene deseos de verlo, no es
un depósito, sino un préstamo de uso, y lo mismo el acto por el que se
entregan títulos á un tercero para que los dé en garantía de un
préstamo.
(Art. 2183.) Este artículo viene á decidir una de las cuestiones
debatidas en la jurisprudencia francesa, sobre si el pago hecho por el
deponente al depositario como remuneración, cambiaba la naturaleza
del contrato, porque siendo por su esencia qratuito, dejaría de ser considerado
como depósito si se pagara el servicio. El carácter del depó-
Sola del D,". Velez-,~'a1'!Jfi(:ld al arlo 2182.-L. 1, Tit.3, Parto 5 8 . _ Aubry y
Rau, § 401.-l'ero no siempre que se g-uarda .g-ratuitamente una cosa, hay
depósito. Para que la entreg-a de una cosa tome el carácter de depósito, es
preciso que ella tenga por fin pricipal la g-uarda de la cosa. Cuando la guarda
de la cosa es secundaria, cuando es sino la consecuencia de un contrato
:ya perfecto, en nada cambia la naturaleza de este contrato. Si yo, por ejemplo,
os encargo recibir de un tercero una cosa, y guardar'la hasta que disponga
de ella, el contrato es mandato y no depósito. Lo mismo seria si por resultado
de una convención, quedare en poder del mandatario una suma de dinero, y el
mandante le encargare que se la. g-uardase hasta disponer dé ella.-L. 8, Dig.,
jWaudali.- Pothier, n° 10.-Troplemg, Dépót, nos 23 y 30.
En los Códig-os y entre los jurisconsultos hay variedad de juicios sobre la
naturaleza de la cosa que dehe ser objeto del depósito. Voet y Domat juzgan
CJu~ el depósito puede también ser de cosas inmuebles. Pothier y Heinecio, que
sólo puede ser de cosas muebles. La ley citada de Partida, que puede ser tanto
de muebles, corno de inmuebles; y los Códigos eh, Francia, de Nápoles, Sardo,
Holandés y de Luisiana, disponen que el depósito no puede tener por objeto,
sino cosas muebles, Nosotros seg-uimos la disposición de la Ley 2 de Partida,
pues el objeto principal del acto es la g-uarda de una cosa. No encontramos
razón para que ¡.ledig-a que una persona que cierra su casa y deposita en otra
las llaves de ella, no efectúa depósito, sino locación de servicios, pues el objeto
dI, ese acto ha sido depositar la casa, aunque subeidiariamente se exija algún
servicio del que la recibe. No se niega que el secuestro puede ser de cosas
inmuebles; pero el secuestro no es sino un depóxlto judicial, y por eonsí­
.g-uiente, aunque el acto no sea un contrato, puede concluirse que no es de la.
esencia del depósito el que la cosa depositada sen mueble.
Decimos en el articulo, !lraluito1llt1de, conforme á la esencia que le da al
rlepóslt.o la. L. ?, TIt. 3, Pazt, ;JR.-La L. 1, § f:l, Tit. 3, Lib. 16, Díg., Y los C(¡di­
~os dl~ Francia, ele Luisiana, de Ná poles, de, Holanda y Sardo.-Por la L. 3,
Tlt. 1;J, Lib. 3, F. R. no es ele la esencia del depósito que sea gratuito.