código civil

DE LA POSESIÓN (ARTS. 2443, 2444)
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tanto el poseedor de mala fe como el poseedor de buena fe, deben
(restituir los productos que hubieren obtenido de la cosa, que no entran
en la clase de frutos propiamente dichos.
fe hubiera sacado productos de la cosa, abriendo minas ó canteras ó lle:'itruyéndola
de cualquier manera, sólo estará obligado por el provecho
recibido, pues ha dispuesto de lo que era suyo, y no seria justo que si no
responde por la destrucción de un monte para hacer un parque, sin
haber sacado beneficio, respondiera por las piedras extraídas sin haber
recibido provecho. Si diéramos al artículo otro alcance, destruiríamos
la regla del arto 2431, fundada sobre una base lle justicia y equidad,
que sólo puede tener su excepción cuando se trata de los herederos del
poseedor, urts, 2212 y 2272.
En derecho francés no hay una disposición análoga á la del arto 2431,
y por eso se admite de una manera absoluta la devolución de los productos
y sólo Marcadé, al arto ¡j4~l, u? 2, combate esta opinión. Freitas,
arto m)(31, propone que los frutos como los productos, correspondan al
poseedor de buena fe, 10 qlle se realiza en nuestro caso, cuando la cosa
se había destinado-á una explotación determinada.-Comp. Arnnv y
RAU, § 21!l, letra (', texto y nota B3. DEMoLmlBE, IX, n" G22, y XIII,
n? 47.- Véunse arts, 232D, 242n y 2431.
Nota del Dr. Velez-Sarsfiehl al arto 2444. - Aubry y Rau, § 21!1. letra C.
Como, por ejemplo: la piedra que hubiesen vendido de la heredad, 10 que hubiesen
obtenido de millas, canteras, etc., que no estaban abiertas cuando entraron
en posesión; los árboles que hubieren cortado que no eran de bosque de
corte: la mitad del tesoro reservarlo al propietario del fundo en que se ha encentrado,
y aun la totalidad del tesoro que ellos hubiesen descubierto por diligencias
hechas con este objeto. etc., etc. Si el poseedor de buena fe está autorizado
á hacer suyos los frutos que ha percibido, es sólo por un beneficio que
no puede extenderse á objetos que no tienen el carácter de frutos.
Los jurisconsultos, dice Demolombe, distinguen los frutes prupiamente dichos
de los otros productos. Llaman frutos lo que la cosa produce sin alteración