código civil

DEL DOMINIO DE LAS COSAS 547
exigida para los contratos. Son cuestiones que se dejan á la apreciación
de los magistrados.
Entre las presunciones que tienen mayor fuerza, para que no
se considere tesoro al objeto hallado, podemos colocar el reciente
origen de las cosas encontradas, aunque nuestro Código considera
tesoro á las cosas ocultas, que no tienen dueño conocido, sean de
creación antigua ó reciente. Así, cuando se encontrase en el fuudo
en que la cosa se adquiere aún con cualquier vicio de la posesión. Es
necesario no confundir el título por el cual se apropia el descubridor el
tesoro, que sólo tiene por objeto hacer la distribución de lo hallado, con
el título de la posesión, que hace adquirir inmediatamente la propiedad.
Téngase presente que la cosa perdida se convierte en cosa hurtada en
los casos del arto 2539.
Se pregunta si los herederos del descubridor pueden invocar la máxima
de que la posesión vale por título, para rechazar la reivindicación?
En principio general, elheredero es la misma persona de su causante,
y por eso hemos criticado las excepciones de los arts. 2212 y 2272, que
se separan de él; no creo se pueda introducir una nueva excepción. Se
parte del supuesto que no existe tesoro, p~les, hay un dueño conocido
que lo reclama. ¿A qué título puede retenerlo el descubridor ó sus
herederos? ¿De invención ó hallazgo? No, porque eso se aplica á las cosas
sin dueño conocido. - ¿De mera posesión? Sí, Y el reclamante llebe
justificar que la cosa encontrada ~'e le perdió ó que él la ocultó en aquel
lugar para guardarla, y de allí se la han tomado. En uno y otro caso el
poseedor puede alegar la prescripción de lO años entre presentes y 20
entre ausentes, desde que la posesión es su título. No creo que los herederos
puedan apropiarse de la cosa, alegando la máxima de que la pose
sión vale por título, pues no la pudo deducir su causante, y deben sufrir
la reivindicación en los mismos términos que éste. La cosa hallada se
reclama, como perdida por el dueño, ó como colocada allí por él ó su
causante, y el dueño del tesoro no ejerce un derecho excepcional, sino el
ordinario que tiene todo aquel á quien se le ha perdido una cosa, ó que
otro se la ha tomado de donde la guardó creyéndola sin dueño. - FREI­
TA~, arto 410H, concede la facultad de reclamar la cosa si el derecho no
estuviese prescripto.-Comp. ZACHAHU':, § 2\14, nota 0, y 1. 45, tít. 2H,
Parto W', AUBlo: y RA\', § 201.-Véanse arts. 2553 y 25n:J.
Nofa rip( Dr. Velez-Sarsfield. al art, 2M;4.-7.achal'ire, § ~)4, nota !I. -L. 4f),
Tít. 2H, Parto Hn, verso Mas.