código civil

404 EXrOSI¡;IÓ~ y COMEXTAHIO DEL .CÓDIGO CIVIL ARGENTINO
autoridad para protegerlo de las turbaciones, y detiene su acción
obligándolo á que ventile sus derechos respecto de la propiedad.
Cuando las violencias han sido sucesi vas y continuadas, ó
si se han tomado alternativamente la posesión, ó siendo dudoso
el último estado de la posesión entre el que se dice poseedor y
el que pretende despojarlo ó turbarlo en la posesión, se juzga que
la tiene el que probare una posesión más antigua (art. 2471,
11\ parte); atendiéndose todavía al hecho material de la posesión
que la ley debe proteger.
La ley separa los hechos de despojo ó de turbación que no
puede determinar, y averigua quién ha poseído primero para
acordarle su protección; todavía busca el hecho sin preocuparse
del derecho que las partes puedan tener, y sólo cuando no fuera
posible demostrarlo, es decir, si no constase cunl fuera más antigua,
júzgase que poseía el que tuviese derecho de poseer, ó mejor
derecho de poseer rar-t. 2471, 20. parte); entrando al fondo del
(Art,2471.) La regla general es: adore non probautc, I'(,/(S absolritur,
y debe aplicarse en estos casos ; pero cuando el demandado ha probado
ásu vez que ha ejercido actos posesorios, se debe examinar si las
partes no han gozado del objeto litigioso bajo diferentes aspectos, como
si el uno ha cortado árboles, por ejemplo, mientras el otro al mismo
tiempo cortaba el pasto del campo lit.igado ; como ambos prueban hechos
diversos que importan posesión, se debe demostrar el primer acto ejerciclo,
según la teoría del Código, cuando habría sido más equitativo
mantener á los dos en la posesión, desde que los actos se han confundido,
obligáudolos así á recurrir al petitorio para deslindar á quién pertenece
la propiedad. El Código, siguiendo á Freitns, arto 40~¡j, ha preferido que
el juez estudie en oste caso los títulos en que se funda la posesión para
concederla al que tuviera el derecho do poseer ó al (iue tuviera mejor
derecho de poseer, sin entrar al rondo (101 asunto. El derecho do poseer
se tiene sólo en virtud del título que lo acuerda, teniendo presente que
los interdictos se conceden al que poseo la cosa con ánimo de dominio,
aunque sea sin título, y puede suceder quo los poseedores no lo tengan,
en ose caso se les debe mantener á ambos, pues ninguno ha justificado
una posesión exclusiva.
La expresión, «pretende despojarlo ó turbnrlo », os impropia, porque
la pretensión que no He convierte en un hecho material de turbación ó
despojo, no so debe juzgar como tal, no confiriendo otra acción que la