código civil

~H EXPOSICIÓN Y COMENTARIO DEL CÓDIGO CIVIL ARGENTINO
g)'an calor, de los que regularmente no llevan consigo los viajeros,
debe hacerlo sabe)' al posadero, y aun mostrarselos si éste lo exige,
.'J de no hacerlo así, el posadero 110 es responsable de «u pérdida,
tras que el Chileno dice: de los que no entran ordinariamente en el ('{JuijJ'Úe
de pa,';ol/{(,'; desu rlase », Así, el nuestro señala como regla de cri terio
para juzgar rle los efectos que deben declararse.los que regularmente no
llevan los viajeros, lanzándonos en la vaguedad más grande, y colocando
en la posición más ridícula á los grandes personajes que vengan á alojarse
en un hotel, la de tener que detallar todos los objetos de gran valor y aun
hacer pasar revista de ellos. El Cód. Chileno salva esa dificultad al limitar
á los que no entran ordinariamente en el equipaje de personas de su
clase: así un príncipe que viaja con su comitiva, una gran artista que trae
consigo ordinariamente joyas de gran valor para sus representaciones, no
deberían verse obligados á exhibirlas ante el hotelero, pues él sabe que
deben traerlas y redoblar en consecuencia su vigilancia. Esa es la teoría
que ha debido aplicarse en nuestro Código, pero de su texto exprefoiO debemos
deducir otra consecuencia, y es que los viajeros tendrán obligación
de hacer sabor al posadero, que traen consigo efectos de gran valor, si
quieren gozar del privilegio. El posadero no puede exigir el depósito en
su poder de esos objetos, ni el viajero puede obligarlo á que los guarde;
pero cuando de común acuerdo se los hubiere entregado,no cambia por eso
la naturaleza de su obligación, aun por el contrario debería aumentarse,
si fuera posible, porque si responde como en caso de depósito necesario,
con Hólo el hecho , enseña ]0 contrario de nuestro artículo.
Xot« del Dr. Velez-, ...'arsf'ietd al arto 22.'J;j.-·La L. 20, 'I'ít. 8, Parto 5", que habla
de las cosas introducidas en las posadas, exige que lo sean con conocimiento
de los posaderos, para imponerles la responsabilidad por su pérdida ó
daño que en ella se causaren. Lo mismo la Ley Remana 1, 'I'ít. l!J, Lib. 4,
Dig. Por esto los escritores, sobre el derecho Romano, como Pothier y Voet,
imponen al viajero la necesidad de dar conocimiento al posadero de las cosas
que introduce en la posada. El Derecho Francés varió esta Iegfslución yéndose
á otro extremo, pues impone la responsabilidad al posadero. aun cuando
no ~e hubiese hecho saber lo que se introducia en la posada. 'I'roplong, que
ha tratado este punto largamente en el comentario al arto W54, aconseja al
viajero que avise al posadero de lo!'! objetos de ~ran valor que introduzca en
la posada, por las difieult ades que de otro modo se presentan en los juicios:
~o!'!otros, siguiendo el Código de Chile, imponemos al viajero la abligación
de dar conoeimiento al posadero de los efectos de ~ran valor que íntroduzca,
para que pueda cuidar-los de una manera más se~ura.