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272 EXPOSICIÓX y COMENTARIO DEL CÓDIGO CIVIL ARGENTINO
arto 2377, la parte: la posesián se adquiere también por la tradición
de las cosas.
¿Qué es la tradición, propiamente hablando? En las cosas muebles
es la entrega de la cosa; en las inmuebles, se opera no sólo
por la entrega material, porque muchas veces no es posible hacerla,
sino poniendo á la persona en la posibilidad de ejercitar
actos materiales sin contradictor.
La tradición es un contrato con todos sus elementos constitutivos.
Habrá tradición, cuando una de las partes entregare voluntariamente
una cosa, y la otra eoluntariamente la recibiese
(art. 2377, 2 ft
parte), de modo que debe existir el libre consentimiento
y la capacidad para recibirla y entregarla.
(Art. 2377.) Se habla de la tradición que da la posesión, presentándola
como un acto material independiente de tocIo contrato preexistente.
Sabios, COplO Savigny y Freitas, han considerado la tradición como
un contrato independiente del derecho de obligación. Así dice el primero:
( la tradición es un contrato verdadero, porque contiene todos los elementos
del contrato; en efecto, vemos el acuerdo de dos voluntades para
transmitir la posesión y la propiedad de una cosa, y para las partes contratantes,
un cambio en sus relaciones de derecho. Si independientemente
de esta manifestación de la voluntad, es necesaria para completar la
tradición un acto exterior, la adquisición real de la posesión, esto no cambia
en nada la esencia del contrato que forma la base de la tradición...
Así, por ejemplo, en la venta de una casa todo el interés versa, con razón,
sobre la venta obligatoria, y se olvida que la tradición subsiguiente
es un contrato de todo punto distinto de esta venta, aun cuando necesario
para ella. Este olvido es evidente en los casos más raros de la tradición,
sin obligación previa; así, la limosna hecha á un pobre, constituye
un contrato verdadero, Hin ninguna obligación. Dar y recibir son los
únicos hechos sobre 10H cuales están de acuerdo las voluntades ». Nosotros
estamos acostumbrados á considerar la tradición como un mero
hecho material, sin tener en cuenta la manifestación de la voluntad de
que el hecho, en sí mismo, es una prueba; la consideramos como una consecuencia
de un contrato anterior, cuando es un acto distinto que lleva
en sí la manifestación de la voluntad. El Dr. Segovia dice, (que la tradición
es un acto voluntario, porque es en ejecución de un contrato que
debe cumplirse; que no constituye por sí ningun derecho, ni es una con­
/Wtr-iríll, pero siendo una de las principales obligaciones en ejocución de