código civil

GESTIÓN DE NEGOCIOS (ART. 2290)
15i3
2° El qestor de negocios responde de toda culpa en el ejercicio
de la gestión, aunque aplicase su diligencia habitual. Pero sólo estará
obligado d ponel' en la gestión del negocio el cuidado que en
las cosas propias cuando se encargase del negocio en un caso UJ'-
desinteresándose completamente cuando ha obrado dentro del mandato,
no así el gestor; 3°, el mandatario cesa por la muerte del mandante; el
gestor, por el contrario, debe seguir el asunto hasta que los herederos del
administrado puedan proveer; 4°, el mandatariono responde del snbstituto
sino cuando es notoria la incapacidad de éste, si se le facultó para substituir,
arto 1924, el gestor responde en todos 10:0:; casos, arto 2292.
El gestor ha querido generalmento hacer bien á un amigo, evitándole
los perjuicios que por abandono podían causarle, y sería por demás
odioso que el beneficio se convirtiera en perjuicio del benefactor. Imponer
al gestor en este caso mayores obligaciones que al mandatario, sería
castigar los actos de comedimiento y de generosidad, aunque estaría
justificado cuando no se conociera á la persona.
Si el mandante está garantido por las obligaciones que la ley impone
al mandatario á quien confían la gerencia de un negocio ¿, por qué no lo
estaría cuando otro queriéndole hacer un beneficio se encarga sin mandato
del mismo negocio abandonado? Todo esto es cierto tratándose de
casos en que el gestor ha: querido hacer un beneficio por amistad: pues
debe tenerse presente que en esos casos sólo debe tener el cuidado que
pone en sus cosas propias, arto 22D1; pero no lo es cuando se ha entrometido
en una gestión, sin tener moti yo para ello, en que debo exigírsele
más de su diligencia habitual, y una competencia que esté en relación
con el negocio tomado entre manos. La equidad nos obligaría á
hacer la distinción siguiente: cuando es un servicio de amigo, se debe
considerar al gestor como á un mandatario; eu otro caso, responderá de
su competencia y pondrá mayor diligencia que la habitual, pues no ha
sido elegido por el dueño del negocio, ni ha tenido un motivo justificado
para mezclarse en los asuntos ajenos.
Freitas, arto 3430, n" 1, dice: « hasta que lo termine 6 el dueño providencie,
ó falleciendo el dueño, hasta que el heredero ó sus herederos
providencien ó quien /rya/mrlltr ruhuinistrn la herencia», y así debe considerarse
por nuestro derecho. Si el dueño del negocio ratificase lo hecho,
el gestor se convertirá en mandatario: pero si lo conociera sólo después,
y no prohibiese su continuación, no por eso se considerará como un man
dato tácito, pues la gestión no pierde su naturaleza primitiva.
El gestor puede obligar al dueño ó interesado á que se haga cargo