código civil

DEL DO~IINlO DE LAS COSAS (ART. 2601) G03
arto 2601: para que la tradición translaiica de la posesión haga
adquirÍ1~ el dominio de la cosa que se entrega, debe ser hecha por el
(Art. 2601.) Aquí se nos vuelve á presentar la cuestión tratada en
el comentario al arto 2377 sobre si la tradición es un contrato; pero como
tiene una gran importancia, pues de no considerarla como contrato destruiríamos
toda la economía del Código, volvemos sobre ella. En todo
contrato se deben considerar dos tiempos, el del contrato mismo y el de
la ejecución, que en el fondo es otro contrato, porque lleva en sí todos
los elementos, Es cierto que contraer una obligación es prometer, pero
el cumplimiento se dice no es una convención. ¿. Por qué no sería un
contrato, cuando se trata de la entrega de una cosa '?¿.:Ko hay acaso dos
personas, y el acuerdo de las voluntades para reglar sus derechos?
Cuando se hace la tradición por pago extinguiendo una obligación;
¿no es necesario capacidad en el momento del pago en la persona que
entrega y en la que reci be? Tan es así, que no habría pago si alguna de
las dos no fuera capaz.
Que la tradición en sí misma no es translativa del dominio, no es un
argumento de peso; porque no hay contrato que por sí sólo transfiere el
dominio. Si la transmisión del dominio necesita, es cierto, de dO:-3 contratos,
de los que el uno sirve de base y fundamento al otro, no :-3e deduce
que la tradición no sea un contrato. El contrato translativo de la
propiedad no la transmite; la tradición sin el contrato, tampoco; y lo
que se sigue de esto, no es que la tradición no sea un contrato, sino que
necesita de los dos actos uuidos para que el dominio se transfiera. Lo
que prueba evidentemente que la tradición es un contrato como los demás,
es que el dominio no se adquiere, cuando la tradición ha tenido
lugar entre personas incapaces, si fuera una consecuencia necesaria é
ineludible de lo pactado, no habría necesidad de voluntad, Tememos
como ejemplo la compraventa. Vendo una cosa determinada por un precio
en dinero; comprador y vendedor somos capaces; pero al hacer la
entrega resulta que el comprador ha sido declarado incapaz: si la tradición
no fuera un contrato yo habría entregado la CO:-3a, válidruneute al
incapaz; poro como lo es, necesito capacidad para consentir y recibir.
Savigny', Maynz y Freitas apoyan esta opinión.
La tradición debe sor hecha por el propietario ó su representante;
porque si no lo fuera, sólo so transmitiría la mera tenencia, pues, nadie
puede transferir á otro un derecho más extenso del que tenía.
La capacidad del propietario para transmitir la cosa debe tenerla en
el momento de hacer la rradición, do modo que si lo hubiera sido en el