código civil

DEL DOMINIO DE LAS COSAS (ART. 2006) 485
No sería posible determinar las facultades que nacen del derecho
de propiedad, porque cada manifestación externa de la voluntad
del propietario, con relación á la cosa, es una nueva facultad;
así puede disponer no sólo materialmente para cualquier
destino, sino realizar con ocasión de ella, todos los actos jurídicos
de que sea snsceptible.
La propiedad, por su naturaleza íntima, se nos aparece como
un derecho absoluto; pero como las cosas, lo mismo que los individuos,
se encuentran en contacto con otras cosas ó per.~onas,
tienen que reconocer limitaciones necesarias al orden social ó al
interés públicc.Respecto de laspersonas, las facultades que nacen
de la propiedad reconocen esta restricción necesaria: no se puede
dañar ni el derecho, ni la propiedad de otro.
La propiedad que lleva consigo como elementos principales
el uso ó goce de la cosa, no puede aplicarse en su genuino sentido
sino á las cosas materiales que son susceptibles de apropiación, y
sólo por un error de concepto se puede decir, que hay propiedad
respecto de las incorporales. Se aplica impropiamente la palabra,
cuando se dice propiedad literaria, que no es otra cosa que un privilegio
concedido por la ley, para prohibir á los demás la no imitación
de ciertos trabajos de la inteligencia. La ley no garante
en este caso, como en las cosas materiales, un poder sobre una
cosa determinada individualmente, sino que prohibe á los demás
el hacer ciertos trabajos en la forma, ó como otros los han real i­
zado.
La propiedad, ya se refiera á las cosas muebles, ya á las inmuebles,
tiene los mismos caracteres, aunque la ley por consideraciones
especiales, ha tratado de rodear de mayores garantías la
propiedad inmueble. Como en las cosas muebles la propiedad es
menos cierta y más instable, no goza de la misma protección, y
por eso el propietario no puede reiviudicarla de ·los terceros poseedores
sino en caso de robo pérdida.
Aunque muchos autores sostienen que basta cualquier des- {
mernbración de la propiedad para. que t>stadeje de exist.ir, porque
la consideran como un derecho ilimitado; nuestro Código separáudose
de esta doctrina, la ha dividido diciendo: el dominio se
llamapleno ó perfecto, cuando e.'; perpetuo, y la cosa no está g,'a-