código civil

274: EXPOSICIÓN Y COME~TARIO DEL CÓDIGO CIVIL ARGENTINO
por esa razón, la sola declaración del tradente de darse por desposeido,
ó de dar al adquÍJ'ente la posesión de la cosa, no suple las
{m' mas legales (art. 2378, 21\ parte); pero cuando el que tiene
en su poder la cosa, cambia la causa de su posesión, por voluntad
pone por un acto que la reemplaza, como la entrega de las llaves de una
casa. La tradición, para que transfiera la propiedad, está sujeta á lo dispuesto
en el arto 2601 y es diferente de la que transfiere la posesión, de
que se ocupa el presente artículo. Para adquirir la posesión no es necesario
de actos materiales, como los-determinados en el arto 2384, pues l~
posesión se puede adquirir sin aprehensión material por medio de la
vista, como se dijo en el arto 2374, ó habiéndola tenido por otro título, no
necesita de nueva tradición, arto 2387, ó cuando el individuo es puesto en
presencia de la cosa sin que haya contradictor. En las ventas judiciales, el
auto que manda poner en posesión de la cosa y la diligencia de haberlo
puesto, bastará para que la adquiera sin necesidad de ejercer actos posesorios,
como algunos creen. ¿Qué más acto posesorio que el realizado con
la diligencia de la entrega de la cosa, ó la notificación al poseedor actual
de que ha entrado en posesión sin la contradición de éste? La declaración
de darse por desposeído, no bastará para adquirir la posesión; pero eso
no importa decir que no existe el constituto posesorio por nuestro derecho.
Al explicar el arto 2394, demostramos que en el sistema de nuestro
Código no está excluido el constituto posesorio. Lo que la ley quiere
sólo impedir es que la posesión pase sin acto alguno exterior al que debe
adquirirla, por la sola desposesión, ó por la manifestación de que le transfiere
la posesión; porque, en la la hipótesis, la cosa quedaría sin poseedor,
pues el que la tenía la ha abandonado y el adquirente no ha realizado
acto alguno para tomarla; y en la 2a, la simple voluntad del poseedor
actual no puede bastar, pues la cosa no está poseída. Así, el comprador
no adquiere la posesión por el solo título, aunque éste diga que lo pone
en posesión, y lo (lue la Suprema Corte decidió, confirmando la sentencia
del inferior por sus fundamentos, es que la cláusula Ilamada de ('OIlStitulo
jJos('sor;o es la que trae la 1. :,n, tít. 18, Parto 3a, cuando dice: «E.
otro si otorgo al comprador (le suso nombrado libre, é llenero poder para
entrar en la tenencia de aquella cosa sobre dicha que le vendió, sin otorgamiento
de juez ó de otra penWJla cualquier.» Hay error en esto 1110do·
de considerar el (~(JIlshhrlo jJos('.«orio, porque se ha fundado siempre en el
cambio que hace el poseedor actual, que poseía por sí, y entra á poseer
por otro por una cláusula especial del contrato. Si el vendedor no quedase
en posesión de la COfia vendida, teniéndola á título de arrendatario.