código civil

DEJ~ DOMINIO DE LAS COSAS (AHTS. ~6..l1, 2692) 525
animales acostumbrados á vivir en un lugar dado, como las palomas
que vuelven al palomar gozando de completa libertad, su
propiedad se pierde por el hecho de no vol ver á su guarida, y se
pueden cazar ó tomar por los dueños ele los campos cercados ó
sembrados cuando penetrasen en ellos, así como pueden matarse
cuando hacen daño en los sem brados,
En cuanto ti. los animales domesticados que gozan de su libertad,
el hombre sólo los adquiere por la costumbre que tienen de
volver á un lugar determinaclo; por eso se dice: cuando los animales
domesticados que gozan de su Libertad, emiqraren ó contrajesen
la costumbre de oioir en otro inmueble, el dueño de éste adquiere el
dominio de ellos,con tal que no se haya cal ido de algúnartificio para
atraerlos. El antiguo dueño no tendrti acción alguna pa}'(, reivindicarlos,
ni para exigir ninguna indemnización .art, 2592), pero
si no lo persiguiera el dueño; es al animal doméstico que se aplica el
arto 2:>28, pues está sujeto á las restricciones de los urts, 2644 y 2l)()i").
El hecho de acogerse en predio ajeno 110 le hace udquirir al dueño de éste
la propiedad del animal, como -;urelle en 01 caso del art, 2i")!1:!. tratándose
de animales quo viven en su libertad natural, romo las pulomas, abejas,
etc.; es necesario aprehenderlo ó tomarlo. F'roitas, arto 4()!IH,do donde fué
tomado nuestro artículo, dice con más cluridrul: no se reputarán animales
de caza los domesticados que huyeren de ~m;'; receptáculos (jaula», estanques,
etc. l, mientras su dueño 10H siguiere Ó 1)/(.'1('0,.,. y no perdiere la esperanza
de recuperarlos. Y agrega: si fueron animales feroces