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Marketing de Servicios 6ta Ed, Christopher Lovelock

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dad agresiva y cobrar a los clientes el precio más alto posible

por un automóvil.

En la mayoría de los casos los distribuidores me dijeron

que la encuesta de satisfacción es una farsa en la que participan

para congraciarse con el fabricante y para asegurar la

asignación generosa de los modelos que más se venden. La presión

que ejercen sobre los vendedores para incrementar las

puntuaciones a menudo resultan en súplicas posteriores a la

venta, con el fin de que los clientes proporcionen las calificaciones

más altas, incluso si deben ofrecer algo en compensación,

como tapetes o cambios de aceite gratuitos. Es muy

común que los concesionarios se vuelvan cómplices de los

vendedores en este proceso, circunstancia que denigra aún

más la integridad de esas calificaciones. De hecho, algunos

clientes inteligentes negocian un precio bajo y luego ofrecen

venderle al concesionario un conjunto de calificaciones altas

en la encuesta de satisfacción por otro descuento de $500.

Descubrir una manera para medir con precisión la lealtad

y la satisfacción del cliente es sumamente importante. Las

compañías no conocerán los frutos de la lealtad hasta que haya

sistemas de medición útiles, que les permitan medir su desempeño

con respecto a metas claras de lealtad, tal como lo hacen

ahora en el caso de las metas de rentabilidad y calidad. Durante

un tiempo se creyó que la tecnología de información proporcionaría

un medio para medir con exactitud la lealtad. Sistemas

sofisticados para la administración de la relación con el cliente

prometían ayudar a las empresas a evaluar el comportamiento

del consumidor en tiempo real. Sin embargo, el éxito hasta ahora

se ha limitado a la selección de industrias, como las de tarjetas

de crédito o las tiendas de abarrotes, donde las compras son tan

frecuentes que es posible observar inmediatamente los cambios

en la lealtad y actuar en consecuencia.

OBTENCIÓN DE LOS HECHOS

Entonces, ¿cuál sería una medida útil para evaluar la lealtad de

los clientes? Para responder esto necesito hacer algo que pocas

veces se realiza con las encuestas de los clientes: empatar las respuestas

de los consumidores individuales con su comportamiento

real (compras repetidas y patrones de referencia), al paso

del tiempo. Busqué la ayuda de Satmetrix, una empresa que desarrolla

software para reunir y analizar la retroalimentación del

cliente en tiempo real, y a cuyo consejo administrativo pertenezco.

También recibí la ayuda de equipos de Bain para el proyecto.

Comenzamos con las aproximadamente 20 preguntas de

la Loyalty Acid Test, una encuesta que diseñé hace cuatro

años con colegas de Bain, la cual es muy útil para establecer el

estado de las relaciones entre la empresa y sus clientes. (La

prueba completa se puede encontrar en http://www.loyaltyrules.com/loyaltyrules/acid_test_customer.html).

Aplicamos

la prueba a miles de clientes, reclutados de listas públicas en

seis industrias: servicios financieros, televisión por cable y telefonía,

computadoras personales, comercio electrónico, seguros

para automóviles y proveedores de servicios de Internet.

Luego obtuvimos la historia de compra de cada persona

encuestada y les pedimos que nombraran ejemplos específicos

en los que hubieran recomendado a alguien la empresa

en cuestión. Cuando esta información no estaba disponible de

manera inmediata, esperábamos entre 6 y 12 meses y reuníamos

la información de esos individuos en compras y referencias

posteriores. Con la información de más de 4,000

clientes pudimos construir 14 estudios de caso, es decir, casos

en los que teníamos muestras de tamaño suficiente para

medir la relación entre las respuestas de encuesta de clientes

individuales de una empresa y las del individuo que los refirió

y el comportamiento de compra.

Los datos nos permitieron determinar cuáles preguntas

de la encuesta tenían la correlación estadística más alta con

las compras repetidas o las referencias. Esperábamos encontrar

al menos una pregunta para cada industria que predijera

de manera eficaz estos comportamientos, los cuales pueden

impulsar el crecimiento. Encontramos algo más: una pregunta

era la mejor para la mayoría de las industrias. “¿Qué tan

probable es que recomiende (la empresa X) a un amigo o a un

colega?” obtuvo el primer o el segundo lugar en 11 de los 14

estudios de casos. En dos de los otros tres casos, “recomendaría”

calificó tan cerca de los dos mejores predictores, que las

encuestas serían casi tan precisas al basarse en los resultados

de esta única pregunta. (Para ver la clasificación de las preguntas

con mejores calificaciones consulte el apartado “Haga

la pregunta correcta”).

Estos hallazgos me sorprendieron. Mi personal había

apostado que la mejor pregunta (tal vez reflejando el enfoque

de investigación sobre la lealtad de los empleados en años recientes)

sería “¿Qué tanto cree que (la empresa X) merece su

lealtad?”. Sin embargo, es evidente que el concepto abstracto

de lealtad fue menos imponente para los clientes que lo que

podría ser el acto de lealtad más importante: una recomendación

a un amigo. Yo también esperaba que la pregunta “¿Qué

tanto cree que (la empresa X) establece el estándar de excelencia

en su industria?”, con sus implicaciones de ofrecer a

los clientes tanto un beneficio económico como un trato justo,

sería más predictiva de lo que fue. Uno de los resultados no

me sorprendió en absoluto. La pregunta “¿Qué tan satisfecho

se siente con el desempeño general (de la empresa X)?”, aunque

fue relevante en ciertas industrias, resultó un predictor

relativamente débil del crecimiento.

Entonces, mis colegas y yo teníamos la pregunta correcta:

“¿Qué tan probable es que recomiende (la empresa X) a un

amigo o a un colega?”, y ahora necesitábamos desarrollar

una escala para calificar las respuestas. Esto podría parecer

trivial pero, como saben los estadísticos, no lo es. Convertir la

lealtad del cliente en una meta estratégica que los gerentes

deben alcanzar requiere de una escala tan sencilla y clara como

la propia pregunta. La escala correcta dividirá a los clientes

de manera eficaz en grupos prácticos que merecen una atención

y respuestas organizacionales diferentes. Debe ser intuitiva

para los clientes cuando traten de asignar calificaciones,

así como para los empleados y socios responsables de interpretar

los resultados y tomar medidas. De manera ideal, la

escala sería tan fácil de entender que, incluso personas externas,

como inversionistas, legisladores y periodistas, podrían

captar el mensaje básico sin necesitar de un manual o un resumen

de estadística.

Por esas razones, creamos una escala en la que el diez

significa “sumamente probable” que se recomiende, cinco sig-

El número que usted necesita para crecer 487

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