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Marketing de Servicios 6ta Ed, Christopher Lovelock

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Lectura

En un mundo vertiginoso, una forma

de mantenerse actualizado:

alquiler de posesiones

SI PIERDE LA EMOCIÓN DE POSEER DVDS, MÚSICA Y BOLSAS

DE MANO: “CÓMPRELOS, DISFRÚTELOS Y VÉNDALOS”

POR NICK WINFIELD

Las tendencias que se desarrollan en el comportamiento de los consumidores

ofrecen oportunidades para las empresas de servicios.

En la búsqueda de nuevos beneficios, algunos consumidores empiezan

a perder el interés por la propiedad de bienes perdurables,

y en cambio están eligiendo rentar productos, revender artículos

en eBay después de usarlos poco tiempo o intercambiarlos con rapidez

por los últimos modelos de bienes relativamente nuevos. Los

productos abarcan desde aparatos electrónicos y música, hasta bolsas

de mano y artículos deportivos.

Karl Marx pensaba que la propiedad privada debía abolirse

antes de que la sociedad se perfeccionara a sí misma. Sin embargo,

nunca vio los palos de golf de reventa de Mark Rosa.

Un profesor de preparatoria, de 45 años, originario de

Antlers, Oklahoma, acostumbraba comprar palos nuevos cada

10 años. Gracias a un programa desarrollado por Callaway

Golf Co., ahora se actualiza prácticamente cada año. El señor

Rosa compra su nuevo equipo en línea, y Callaway se lo envía

por correo. Él manda los viejos palos en la misma caja, y generalmente

obtiene un precio de intercambio de aproximadamente

$300 por un juego que originalmente cuesta $500.

“Juego con un hombre, en el club local, que tiene 70 años

y aún usa un juego de palos de golf de los años cincuenta”, comenta

el señor Rosa. “Hay personas como yo, la nueva generación,

que intercambian productos por nueva tecnología,

buscando la vanguardia”.

En todo el mercado de consumo, la gente que antes compraba

cosas para conservarlas ahora está rentando, revendiendo

o actualizando de manera inmediata. A estos compradores

no les importa que las cosas sean realmente suyas, sino obtener

lo mejor y más reciente. Mientras antes sólo podían hacer

este tipo de compras en áreas como el arrendamiento de automóviles,

en la actualidad también pueden probar bolsas de

mano, aparatos electrónicos, películas y música.

El modelo más conocido es el de Netflix Inc. Desde sus

inicios en 1999, la empresa de Los Gatos, California, ha registrado

más de 3.5 millones de suscriptores que generalmente

pagan $18 al mes para rentar películas en DVD que les

envían por correo. Los usuarios las regresan en sobres con el

porte pagado.

En años recientes, empresas como Jiggerbug y GameFly

han adoptado el método de Netflix para audiolibros y videojuegos.

RealNetworks Inc. alquila el acceso a música en línea. El

negocio de mayor crecimiento de Encyclopaedia Britannica Inc.

no son los libros ni los CD-ROMs, sino el acceso en línea a su

enciclopedia por una cuota. Los clientes “ya no piensan en la

posesión de este tipo de productos de manera perpetua”, comenta

Patti Ginnis, ejecutiva de marketing de Britannica.

La tecnología crea y satisface este deseo. Los productos

de moda ahora se están volviendo obsoletos a una velocidad

vertiginosa. Al mismo tiempo, Internet ha creado un mercado

enorme y eficiente para pedir bienes nuevos y venderlos con

rapidez en sitios como eBay.

Paul Archambault, programador de computadoras de

Waterford, NY, compra y vende en eBay de la misma forma

que otras personas sacan libros de una biblioteca. Una mañana,

a las 3 AM, cuando iba de camino al aeropuerto de Albany,

el señor Archambault entró a un Wal-Mart y pagó casi $200

por una consola de videojuegos Nintendo DS y dos juegos

para entretenerse en un viaje a Des Moines, Iowa.

Mientras esperaba para abordar su vuelo, el señor Archambault

fotografió el aparato, que estaba aún dentro de la caja,

y envió las imágenes a una subasta de eBay desde su computadora

portátil, a través de la conexión inalámbrica del aeropuerto.

En su anuncio mencionaba que planeaba utilizar el

juego únicamente durante el fin de semana. La subasta cerró

un día después de su regreso y alcanzó un precio un poco mayor

a los $200 que pagó. “Me gusta tener lo último y lo mejor”,

explicó.

The Wall Street Journal, 17 de octubre de 2005, p. A1. Copyright 2005 por Dow Jones & Company, Inc. Reproducido con permiso de Dow

Jones & Company, Inc.

64 Parte I Comprensión de los mercados, productos y clientes de servicios

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