miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

económico-política, de análisis de los hechos más que hermenéutica o
especulativa. Prueba de ello son las escasas referencias al aspecto religioso en sus
principales obras escritas en un ancho espacio de tiempo que va desde 1899 a
1934, a saber: Hacia otra España, La crisis del humanismo, Don Quijote, Don
Juan y La Celestina y Defensa de la Hispanidad. Sin lugar a dudas, la reflexión
religiosa es el último de los aspectos culturales de una época que se asocia a
Maeztu, ya que sus referencias religiosas, al fin y al cabo, acabarán elevándose a
un plan más amplio que es el de la defensa de las raíces de su nación.
Rubén Darío
Las referencias religiosas de la lírica de Rubén Darío no pueden remitirse de
ningún modo a una corriente filosófica, religiosa y especulativa como la del
modernismo religioso. El intento de Cózar Castañar de relacionar el modernismo
literario con el modernismo religioso a través de Rubén Darío es totalmente
infundado, ya que no puede considerase un modernista religioso a todo artista o
intelectual que emplea las Sagradas Escrituras como una de las muchas fuentes de
su inspiración.
No obstante las premisas pacatas que hacen del poeta nicaragüense un rebelde
inconformista, un bohemio entregado a la sensualidad sublimada por los sentidos,
un artista teñido de embriaguez profana y, por consiguiente, poco propenso a una
inclinación religiosa sensu stricto, el trasfondo del estudio que le consagra alude
abiertamente a una comunión de temáticas entre el movimiento y el poeta por lo
que concierne la libre exégesis bíblica y el simbolismo. El hecho de que Darío
tome de la Biblia diferentes motivos e imágenes le basta no tanto para definirlo un
exégeta audaz de las Sagradas Escrituras, sino para afirmar que
“inconscientemente está haciendo lo que un exégeta modernista”, es decir, pasar
por alto al origen sobrenatural de la Escritura e interpretarla como se interpretan
los documentos humanos, según la proposición n. 12 del Lamentabili 152 . “La
Biblia se convierte así para Rubén Darío en fuente inagotable de datos, hechos y
152 J. Cózar Castañar, cit., p. 141.
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