miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

La premisa de Manuel Pecellín, que sigue la impronta general del libro
coordinado por Luis de Llera donde aparece su estudio, resulta ya en sí
paradigmática: los rasgos de la obra de Felipe Trigo coinciden con los de la
corriente del modernismo literario y, por consiguiente, es legítimo poner sus
reflexiones religiosas en la órbita del modernismo religioso. No usa exactamente
estas palabras, pero la superficial alusión es implícita en la medida en que pasa de
un ánalisis de su estética literaria a otro que afecta el aspecto religioso. Y justo en
la presentación del tema religioso es donde reside el máximo defecto de su
estudio. De hecho, Pecellín transcribe una serie de citas que demostrarían la
adhesión de Trigo al movimiento en la medida en que los personajes de El médico
rural se plantean el problema de la existencia de Dios:
“el gran Dios de ella, el gran Dios de él también en otros tiempos, hundido y borrado actualmente
entre sus dudas” 220 ;
“Su pobre razón, desde la áspera y ya un poco lejana época de estudiante madrileño, habíase
extraviado por una multitud de libros de teología y de catequismo [sic], que sólo consiguieron
asaetársela de dudas” 221 .
Esto y poco más, como un párroco lujuriso en La Joya y una muy aproximada
visión panteística que se confunde con el naturalismo de toda su obra, acaban por
convencer a Pecellín de que Trigo “nos sitúa ya en una perspectiva de indudable
proximidad al Modernismo” 222 . Concluímos este párrafo con las tanto tajantes
como necesarias palabras de Botti, el cual, al comentar la aportación de Pecellín
en relación con la presencia de una crisis modernista en España, sólo se limita a
afirmar que su estudio sobre Felipe Trigo “non offre utili elementi al riguardo” 223 .
220 F. Trigo, El médico rural, 1912, apud M. Pecellín, «Felipe Trigo, un erótico modernista con
preocupaciones sociales y religiosas», en L. de Llera (coord.), Religión y Literatura, cit., p. 340.
221 Ibidem.
222 M. Pecellín, ibidem, p. 341.
223 A. Botti, «Istanze di riforma religiosa», cit., pp. 389-390.
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