miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

amigo suyo, en búsqueda de un fundamento objetivo sobre el cual basar su
conducta, le dijo:
“no quiero encontrarme en medio del Océano, como un náufrago, ahogándome, perdido y sin tener
una tabla a que agarrarme” 68 .
Y Unamuno contestó:
“¿tabla? La tabla soy yo mismo; no la necesito, porque floto en ese Océano de que hablas, y que
no es sino Dios. El hombre flota en Dios sin necesidad de tabla alguna, y lo único que yo deseo es
quitarte la tabla, dejarte solo, infundirte aliento y que sientas que flotas. ¿Fundamento objetivo,
dices? ¿Y qué es eso? ¿Quieres más objeto de ti que tú mismo? Hay que echar a los hombres en
medio del Océano y quitarles toda tabla, y que aprendan a ser hombres, a flotar” 69 .
La tabla representa, pues, un parámetro religioso objetivo sobre el cual un
hombre puede basar su propia conducta. La búsqueda obsesiva de una “tabla” en
medio del océano era el resultado de aquella mentalidad cristiana que había
absorbido ciertas soluciones científico-modernistas y propias de la modernidad,
presentando al universo como absolutamente visible. Don Miguel, por el
contrario, opone otra teoría: no es una “tabla” en medio del océano que representa
a Dios, sino el océano mismo, donde el hombre habrá de nadar sin poder saber,
ayer como hoy, lo que le esperará; el hombre habrá de nadar hacia lo infinito, sin
ahogarse en la nada, con la fuerza de la desesperación.
Un segundo artículo para Il Rinnovamento
El otro ensayo que Unamuno escribió para Il Rinnovamento llegó a las manos
de Antonio Aiace Alfieri en torno a noviembre de 1909. Desafortunadamente se
han perdido las cartas que el vasco envió al italiano, así como el escrito en
cuestión, pero se puede fácilmente deducir la fecha de entrega de las que el
italiano envió al vasco. El 25 de octubre de 1909 le escribe que aún desea recibir
68 VQS, OCV, IV, p. 353.
69 Ibidem, pp. 353-354.
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