miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

planteamiento. Y lo hizo, en concreto, refutando la aplicación del método
histórico a los Evangelios de Loisy, limitando los derechos de la crítica,
salvaguardando la trascendencia, que concibe en yuxtaposición con la inmanencia,
y matizando su filosofía que había sido considerada, no sin razón, como uno de
los fundamentos especulativos del modernismo. Siempre siguió abarcando los
presupuestos pragmatistas de sus teorías que se basaban en las relaciones entre el
pensamiento y la práctica, el conocimiento y la acción, es decir, una especulación
que se situaba entre el aristotelismo – que subordina la práctica al pensamiento –
y el kantismo – que separa los dos elementos exaltando el orden práctico con
menoscabo del otro –. La acción es, en otros términos, una síntesis del ser, del
querer y del conocer, en una búsqueda orientada hacia la verdad, lo sobrenatural y
Dios 123 . Así que a través de un movimiento circular en el que “la pensée part de
l'action pour aller à l'action” 124 , la acción individual será lo primero, el punto de
partida, del que procede el subjetivismo inmanente por la relación del sentimiento
con los hechos que pasan continuamente “de la pensée à la pratique et de la
pratique à la pensée” 125 . Esa comunión con la práctica implica el voluntarismo, o
sea la imposibilidad de determinar la acción partiendo de algo ajeno a la misma
voluntad, por ejemplo un bien previamente conocido. Pero Blondel distingue la
volonté voulante, la voluntad que quiere, de la volonté voulue, lo que quiere la
voluntad. La primera es de naturaleza sentimental, es un impulso que encierra en
sí toda la fuerza de la vida; la segunda es más efectiva, tiene como fin el objeto
pragmático y resulta, sustancialmente, mucho más limitada que la otra. Sin
embargo, el uno no puede prescindir del otro ya que “cada uno de los momentos
del desarrollo de la acción [...] representa una realización parcial que pide ser
superada por el dinamismo de la voluntad” 126 . Este movimiento incesante entre
objeto deseado y deseo mismo, entre práctica y pensamiento, entre acción y
reflexión, representa la única vía para alcanzar lo sobrenatural.
Por lo cual, la filosofía de la acción de Blondel, así como el rechazo del
intelectualismo escolástico de Laberthonnière, si por un lado trata de superar la
oposición entre libertad y necesidad y concebir la actividad humana y el ser como
123 Cfr. H. Dumery, Blondel et la religion. Essai crìtique sur la «Lettre» de 1896, Paris, PUF,
1954, p. 29.
124 M. Blondel, L'Action. Essai d'une critique de la vie et d'une science de la pratique, Paris, PUF,
1973, p. 295.
125 Ibidem, p. 469.
126 C. Izquierdo, Blondel y la crisis modernista, cit., p. 62.
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