miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

elación extrínseca del signo con la cosa significada y de los hechos con la
dogmática, y el extrinsecismo está gestionado por los eclesiásticos; el segundo es
un extrinsecismo invertido, es decir, no es la historia que depende del dogma, sino
el dogma que tiene que proceder de la historia y subordinarse a ella, y el
historicismo está gestionado por los historiadores 254 . Semejante distinción aparece
también en los tres volumenes de Histoire des dogmes dans l'antiquité chrétienne
del discípulo del monseñor Duchesne, Joseph Tixeront, cuando, en 1915, revisa
sustancialmente la definición harnackiana de dogma como espíritu griego en el
terreno del Evangelio, distinguiendo el ámbito teológico del doctrinal en una
diferencia que confiere al dogma una acepción estrictamente jurídica como “vérité
révélée et définie comme telle par l'Église” 255 . El sacerdote Joseph Turmel, que
tiene ocho escritos condenados al Índice, recoge todas sus ideas maduradas entre
1904 y 1930 en los seis monumentales volúmenes titulados Histoire des dogmes,
en donde reitera su rechazo al concepto de inmutabilidad del dogma y las críticas,
ya expuestas bajo los seudónimos de Antoine Dupin y Guillaume Herzog, al
dogma de la Trinidad y de la Virgen 256 . En 1905 aparece el importante artículo de
Édouard Le Roy, sucesor de Bergson, «Qu'est-ce qu'un dogme?», en el que invita
a los filósofos y teólogos a interrogarse sobre el sentido de los dogmas impuestos
por la Iglesia en la modera mentalidad de carácter científico 257 . Dos años más
tarde el teólogo francés desarrollará la misma temática en su Dogme et Critique,
donde afirma estar de acuerdo con que el dogma se dirige a la razón, pero lo
verdaderamente importante es el lenguaje de la acción práctica, como medio de
expresión del dogma, que requiere una aprobación de orden moral 258 .
Ahora que tenemos un panorama parcial de un acercamiento innovador a la
temática del dogmatismo según distintas posiciones epistemológicas 259 , será
254 Cfr. M. Blondel, Histoire et dogme: les lacunes philosophiques de l'exégèse moderne, en La
Quinzaine, n. 10, tomo LVI enero-febrero de 1904, pp. 145-167, 349-373, 433-458, reeditado en
M. Blondel, Les premiers écrits, Paris, PUF, 1956, pp. 149-228. A este respecto véase también su
Histoire et dogme. De la valeur historique du dogme, Paris, PUF, 1956, edición consultada de C.
Izquierdo y Silvia Kot, Historia y Dogma: sobre el valor histórico del dogma, Madrid, Ediciones
Cristiandad, 2004, en particular pp. 84-86.
255 J. Tixeront, Histoire des dogmes dans l'antiquité chrétienne, 3 vols., 1915-1922, I, Paris,
Lecoffre, 1915, p. 2.
256 Cfr. J. Turmel, Histoire des dogmes, 6 vols., Paris, Rieder, 1931-1936.
257 Cfr. É. Le Roy, «Qu'est-ce qu'un dogme?», en La Quinzaine, 16 de abril de 1905, n. 63, pp.
495-526.
258 Cfr. É. Le Roy, Dogme et Critique, Paris, Bloud, 1907, p. 90.
259 Para una mayor profundización sobre la temática cabe remetirse al exhaustivo texto de É
Poulat, Histoire dogme et critique dans la crise moderniste, Paris-Tournai, Casterman, 1962;
edición española de M. Á. Argal, La crisis modernista: historia, dogma y crítica, Madrid, Taurus,
1974.
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