miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

Mi estimado amigo,
13-X-1908
le debo a usted dos cartas. A mediados de julio fui a un pueblecito de Portugal a
descansar y llevaba allí poco más de un mes cuando tuve que salir
precipitadamente para Bilbao, mi pueblo natal. Cuando llegué a éste hacía unas
horas que habían enterrado a mi madre. Allí tuve que detenerme con asuntos de
testamentaría, arreglo de cuestiones con mis hermanos, etc. etc. Esto me entretuvo
mucho y me ha retrasado en mi correspondencia y en mis trabajos todos. Y entre
otros me obligó a suspender el que para el Rinnovamento empezaba a hacer sobre
el estado del catolicismo hoy en España. Aunque así se lo escribo al S r Alfieri,
dígaselo usted. Sin la muerte de mi madre ese trabajo estaría ya hecho o poco
menos.
Este trabajo es ingratísimo, porque ¿qué va a decir uno de los católicos
españoles que no resulte triste y doloroso? Me preguntaba hace poco un amigo
francés si aquí había modernistas y modernismo, y tuve que decirle que no. Aquí
eso no interesa más que a algún bicho raro como yo. Y es que no hay un número
de almas inquietas, vacilantes, indecisas, y a la vez religiosas. El que no es
católico por rutina, por no saber ser otra cosa, es indiferente o es ateo.
Una revista como el Rinnovamento moriría aquí en seguida. Las cuestiones
políticas lo abromen todo y hasta lo que llaman el problema religioso no es tal y sí
sólo político-eclesiástico. Los católicos están profundamente divididos, pero es
por cuestiones políticas, por si se debe o no reconocer gobiernos liberales. Toda su
preocupación es el liberalismo. No olvide que de aquí, de España, salió aquella
frase de que «el liberalismo es pecado». Pero cuando se ponen a definirlo no se
entienden. Agregue que todo ello va muy enredado con los movimientos
regionalistas, o más bien separatistas. En mi país vasco y en la Cataluña es el clero
el anti-español, el que va contra la unidad patria. Y este fenómeno he de
comentarlo. El clero propugna los dialectos y lenguas regionales porque dice que
la lengua española, la oficial, es el vehículo del liberalismo. Quiere mantener
separados a los pueblos y la Iglesia su único lazo de unión. Dicen que hay que
hacer felices a los pueblos aunque permanezcan incultos. Todo esto lo comentaré.
Hasta pronto. Es su amigo
MIGUEL DE UNAMUNO
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