miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

de aquella lucha perpetua, de clara huella unamuniana, entre razón y sentimiento,
que podría intentarse asociar a la separación modernista entre ciencia y fe:
Dice la razón: ¡Busquemos
la verdad!
Y el corazón: Vanidad.
La verdad ya la tenemos.
La razón: ¡Ay, quién alcanza
la verdad!
El corazón: Vanidad.
La verdad es la esperanza.
La razón: Tú mientes.
Y contesta el corazón:
Quien mientes eres tú, razón,
que dices lo que no sientes.
La razón: Jamás podremos
entendernos, corazón.
El corazón: Lo veremos 185 .
Pasa por alto también el más plausible punto de contacto con el movimiento, es
decir, aquella visión suya de un Dios inmanente, personal y universal a la vez, que
reitera en tantos versos de su Campos de Castilla,
El Dios que todos llevamos,
el Dios que todos hacemos,
el Dios que todos buscamos
y que nunca encontraremos.
Tres Dioses o tres personas
del sólo Dios verdadero 186 ;
Yo he de hacerte, mi Dios, cual tú me hiciste
y para darte el alma que me diste
185 A. Machado, «Parábolas», en Campos de Castilla, 1907-1917, CXXXVII, VII, en Obras
Completas, 4 vols., II, edición de O. Macrí y G. Chiappini, Madrid, Espasa-Calpe, 1989, vv. 1-15,
pp. 585-586.
186 Ibidem, VI, vv. 1-6, p. 585.
118