miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

“en el trabajo de Luppoli no se acaba de identificar si la religiosidad de la novela de Unamuno es
sencillamente la propia de la religión del atormentado autor de Vicenza. En realidad, los
escenarios, los protagonistas, los personajes, los elementos naturales del lago y del árbol, evocan
por doquier la novela italiana. Falta saber qué une realmente ambas obras, si es que algo las une.
En cierto modo, se trata de novelas diferentes que no pueden dejar de ser referidas a trayectorias
literarias distintas” 53 .
Con lo cual, la conclusión de Luppoli será justa sólo en parte, porque si por un
lado es cierto que Il Santo aparece “como un tratado de Modernismo”, no puede
decirse lo mismo en referencia a San Manuel Bueno, mártir 54 . Ahora bien, sería
preciso confutar aquel tópico, demasiado difundido entre la crítica, que hace de
don Manuel un doble de Unamuno. Puesto que este tema no atañe directamente al
interés del presente estudio, nos limitaremos a señalar los tres principales motivos
por los que no debería plantearse la total identificación del autor con su personaje:
don Manuel pierde su fe, Unamuno, a pesar de miles de dudas, no lo hará nunca;
don Manuel, como consecuencia de su pérdida de fe, no cree en la otra vida,
Unamuno consagró al tema una infinidad de elucubraciones maduradas a lo largo
de toda su existencia, y sobre la eternidad del alma basó gran parte de su sistema
de pensamiento, aunque busque la salvación no por vía racional, sino por vía
volitiva; don Manuel, aun sin fe, quiere morir “en el seno de la Santa Madre
Católica Apostólica Romana” 55 , Unamuno, aun con fe cristiana, no quiere morir
en el seno del la Iglesia católica. Sin embargo, pese a la evidente diferencia entre
creador y creación, puede afirmarse que Unamuno, en su última novela, ofreció
muchos reflejos de su angustia y dudas religiosas. Pero su fe, por lo que hemos
visto en la I a parte del presente trabajo, no era modernista y, por lo tanto, no
tendría sentido creer que, después de tantos esfuerzos gastados en la búsqueda de
una propia verdad religiosa, Unamuno concluyera su parábola existencialista
adecuándose a las teorías de un movimiento de renovación católica ya en declive.
Aunque Il Santo y San Manuel Bueno, mártir presenten algunos rasgos simbólicos
y descriptivos parecidos, divergen rotundamente desde el enfoque ideológico y
conceptual, evidenciando la clara intención de Fogazzaro de transcribir en forma
53 J. L. Villacañas Berlanga, «Introducción», en San Manuel Bueno, mártir, Murcia, Biblioteca
Saavedra Fajardo, 2006, pp. i-xx, cit. p. i.
54 S. Luppoli, cit., p. 69.
55 SMBM, OCV, XVI, p. 616.
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