miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

Sin duda, es lícito dudar sobre la mayor o menor fotuna de la expresión
Generación del '98, pero lo que no se puede admitir es un intento de
decontrucción de la división en generaciones o sectores de la literatura no para
una finalidad superior de aniquilación del rígido y a veces obtuso sistema de las
convenciones, sino para recoger todo y a todos en un único movimiento con el fin
de demostrar que con él una nación agotó todo ámbito cultural perteneciente a una
determinada época. Cabe precisar aquí que los antigeneracionistas no quisieron
demostrar lo indemostrable; a todos ellos sólo les interesa sostener que el
modernismo hispano no fue nada más que la forma de expresar la crisis literaria y
universal que comenzó en torno a 1885, pero con ello no omiten ciertas
diferencias evidentes, ni, aún menos, convierten a literatos en teólogos, o meros
antieclesiásticos en modernistas religiosos.
En resumen, desde una primera definición general de generación que procedía
de las investigaciones en el ámbito sociológico de la ciencia alemana, donde la
crítica española halló una argumentación válida para confirmar el concepto de
Generación del '98 alumbrado por Azorín, se pasó a una confutación de tal
concepto en el ámbito artístico español finisecular, tratando de englobar la
producción literaria a raíz del desastre en el movimiento más genérico
denominado modernismo, según un planteamiento avanzado en 1920 por Isaac
Goldberg, el cual consideraba que el modernismo “is not a phenomenon restricted
to Castilian and Ibero-American writers of the late nineteenth and early twentieth
century, but rather an aspect of a spirit that inundated the world of Western
thought during that era” 34 . El interés de Goldberg era, empero, señalar que el
modernismo no era un fenómeno limitado a España e Hispanoamérica, sino que
podían hallarse algunas analogías con el symbolisme francés, el modernism
angloamericano y el decadentismo italiano. La atención de la crítica
antigeneracionista, en cambio, dio prioridad, más que a la definición de
modernsimo, a la negación de la Generación del '98. De ahí brotó una visión
distorsionada de la realidad: en primer lugar, se identificó el modernismo con la
modernidad, en una simplificación tan fácil como falaz, porque aunque el
modernismo coincida con la búsqueda de la modernidad, no se puede confundir la
búsqueda de un objeto con el objeto mismo; en segundo lugar, se amalgamaron
34 I. Goldberg, Studies in Spanish-American Literature, New York, Brentano's, 1920, edición
consultada Port Washington (NY), Kennikat Press, 1968, p. 1.
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