miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

crítico presenta bajo la forma de un esquema, para que el lector pueda juzgar por
sí mismo:
Piero Maironi Don Manuel
Vocación religiosa: Siente aversión y No tiene vocación de contemplativo (véanse los
repugnancia por el claustro.
textos citados).
“... mi ripugna stranamente di entrare in Se hace sacerdote con el fin de ayudar a una
qualsiasi Ordine religioso”.
hermana viuda.
Se consagra a predicar la fe en la fe, por El ministerio sacerdotal de Manuel es una farsa
razones sentimentales (¿histerismo místico? basada en un drama que supone desquilibrio
¿manía religiosa?). Así lo opinaba el director psíquico. En ambos protagonistas hay complejo
del manicomio donde murió su esposa: “... atti de culpabilidad, de pecado, de crimen, que
di mania religiosa; può darsi benissimo che desean hacer desaparecer a fuerza de
restino sempre dentro certi limiti... ma può autodestrucción, inmolación, e incluso suicidio
anche darsi che progrediscano”. Picc. M. mod. (en el caso de Manuel).
Acción: Su vida es esencialmente activa. Es el “¡Hacer! ¡Hacer...! Es el lema de Manuel. Tabaja
apóstol moderno de la acción. Sus actividades como campesino en la trilla, era carpintero,
no son puramente religiosas. A pesar de jamás maestro, músico, etc.
haberlo hecho antes (pues era inmensamente
rico) trabaja con sus manos para ayudar a los
pobres.
Rezo en común: El Pater Noster.
El Credo.
Fisonomía psíquica-moral: Es un gran Es un gran sentimental (casi a la italiana):
sentimental típicamente italiano, casi Suspiros, sollozos, ojos arrasados de lágrimas,
afeminado: “Ecco, lo era stato fino all'ultimo confidencias infantiles, etc.
femmineo; femmineo, inetto a esercitare alcuna No obstante tiene fuerza de voluntad para
critica virile sul proprio isterismo mistico”. cumplir con sus propósitos hasta el fin de su
Interiormente, tiene gran fuerza de voluntad y vida.
fortaleza de espíritu.
Tiene poder de atracción sobre el pueblo. Idem42 .
En el caso de la vocación religiosa, parece que Luppoli reduce la vida de las
órdenes religiosas a una mera actividad contemplativa, sin considerar la
autonomía que los hermanos religiosos han de garantizarse no sólo a través de las
limosnas de los fieles, sino también con el trabajo obrero y campesino. Por otra
parte, si en los dos protagonistas no hubiera actividad contemplativa, no se habría
determinado el problema de la fe dogmática, ante el que reaccionan de forma
diferente: Benedetto propone, conforme a la actitud modernista, la recuperación
de la antigua y más auténtica enseñanza de Jesucristo y se opone al carácter
intelectual del movimiento católico reformador, por predicar la práctica de la pura
palabra evangélica; don Manuel, en cambio, acabará perdiendo su fe. Con lo cual,
el paralelo, al menos así planteado, parece no sostenerse.
42 S. Luppoli, «Il Santo de Fogazzaro y San Manuel Bueno de Unamuno», en CCMU, año 1968, n.
18, pp. 49-70, cit. p. 64.
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