miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

el interés histórico y documental de la Vida de Don Quijote y Sancho, localizando
un parecido entre Unamuno y San Pablo, por una fe común en la Locura de la
Cruz, y entre “su” Don Quijote y “su” Jesucristo:
“Egli è il mistico dell'azione; come Paolo aveva la follia della Croce. Egli si abbraccia a Don
Chisciotte e vive e si muove in lui, come Paolo si crocifigge in Gesù e in lui vive e respira. Per lui,
il vero Cristo dell'epoca contemporanea è Don Chisciotte, e il chisciottismo deve essere anche
oggi, come già fu nel passato, la religione della Spagna. È ciò che fa il fascino artistico e lo
straordinario interesse storico e documentario della sua opera” 369 .
De hecho, Unamuno concluye su trayectoria mística reconociendo la realidad
de personajes literarios como Hamlet o don Quijote, tal como hizo la Iglesia al
reconocer la realidad histórica del Cristo metafísico. A este respecto, cabe volver
un momento sobre el ya citado pasaje de La agonia del cristianismo:
“¿Qué es el Cristo histórico? Todo depende de la manera de sentir y comprender la historia.
Cuando yo suelo decir, por ejemplo, que estoy más seguro de la realidad histórica de Don Quijote
que de la de Cervantes, o que Hamlet, Macbeth, el rey Lear, Otello…, hicieron a Shakespeare más
que éste a ellos, me lo toman a paradoja y creen que es una manera de decir, una figura retórica, y
es más bien una doctrina agónica” 370 .
Personalmente no creo mucho en la sinceridad de Unamuno cuando lleva sus
doctrinas, de fondo pragmatista, hasta tales extremos y su tendencia a crear
escándalo, cabalgando sobre las polémicas para conseguir fama, no es algo que
deba tomarse a la ligera, en cuanto justificaría la teoría de su insinceridad que,
como se verá al final del presente capítulo, ha sido relacionada también con su
supuesta actitud modernista en el ámbito religioso. En todo caso, nos queda el
tribuno de sus textos y sería superfluo comentar que ni un Buonaiuti, ni un Loisy,
en la austeridad de su voluntad renovadora, se hubieran jamás lanzado a
semejantes afirmaciones. Dentro de una visión puramente teológica de la doctrina
católica, jamás los verdaderos partidarios del modernismo, que en cierto momento
de su vida vislumbraron la realización de sus propios proyectos, hubieran podido
369 A. Tilgher, Filosofi e moralisti del novecento, Roma, Libreria di scienze e di lettere, 1932, pp.
112-134, cit. p. 134.
370 AC, OCV, XVI, pp. 480-481.
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