miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

Así puede observarse que, pese a la posibilidad de que la idea pudiera surgirle con
unos años de antelación, fue escrito “casi de un solo tirón” 139 – confiesa en 1932 el
mismo don Miguel en el «Prólogo» para la edición de 1933 – y, como natural
consecuencia, se nota una sustancial diferencia entre la improvisación del vasco,
procedente de un auténtico arrebato creador, que transcribió algunas sensaciones
religiosas personales maduradas a lo largo de los años, y la larga meditación,
soportada por un trabajo investigador, que hay detrás de Il Santo de Fogazzaro, de
modo que su obra pudiera adquirir un lugar proprio en la más amplia dimensión
europea sin limitarse a la perspectiva nacional. Por eso, las referencias concretas,
además de las teóricas, al movimiento católico reformador son múltiples: la
adunanza o reunión de Subiaco de católicos reformadores, donde se habló de una
liga entre progresistas sin llegar a un compromiso, adelanta los resultados del
Convegno di Molveno; el nombre del profesor Minucci recuerda al del sacerdote
Minocchi, fundador y director de la revista modernista Studi Religiosi; las tertulias
entre los personajes de la novela se parecen a aquellas otras informales entre los
representantes del modernismo religioso; la figura de Giovanni Selva evoca toda
aquella pléyade de católicos laicos que creían en la ciencia y en el progreso del
catolicismo y que se acercaron al estudio de las ciencias teologales en el intento
de impulsar una innovación en la cultura religiosa clerical. Naturalmente, esta
diferencia de planteamiento en la redacción de los dos textos se reflejará en la
entidad del contenido doctrinal, del que la escueta urdimbre de San Manuel
Bueno, mártir parece poder prescindir, y así se explica la intensa querelle, de la
que participaron personalidades implicadas en el modernismo religioso como
Bonomelli y Le Roy 140 , y el gran escándalo que levantó Il Santo, hasta llegar a la
censura eclesiástica decretada en 1906 y a la defensa de su autor de «Les idées
religieuses de Giovanni Selva», contra la escasa polémica que suscitó San Manuel
Bueno, mártir. Paradigmático es, en este sentido, que la Congregación del Santo
Oficio pusiera en el Índice las dos obras Del sentimiento trágico de la vida – por
negar la Trinidad, la divinidad de Jesucristo, el pecado original, la
transubstanciación eucarística, la eternidad de las penas del infierno, el culto de la
Virgen y la infalibilidad del Papa – y La agonía del cristianismo – por considerar
un mito la divina institución de la Iglesia, por negar el orden trascendental y
139 «Prólogo», 1932, en SMBM, OCV, XVI, p. 566.
140 Véase P. Marangon, Il modernismo di Antonio Fogazzaro, Bologna, Il Mulino, 1998, pp. 189-
221.
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