miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

passerà molto tempo e Buonaiuti e gli altri si troveranno isolati e tristi” 87, y que
Murri pueda constatar que las orientaciones y los principios de Buonaiuti “siano
giunti alle ultime conseguenze: inaccettabili” 88 . Y dentro de la misma Nova et
Vetera, como si las incongruencias ya no fueran suficientes, existían dos
tendencias: la de Buonaiuti, partícipe de la identificación entre socialismo y
cristianismo, y otra, en la que confluyó Tyrrell por ejemplo, que con el socialismo
cristiano tenía poco que ver, al ser más mística e individualista.
Con lo cual, aunque quisieramos asociar a Unamuno al modernismo religioso
en virtud de su supuesto intento de conciliación político-religiosa, ha de
considerarse que la misma tendencia patrocinada por Buonaiuti – el mayor
partidario modernista del socialismo cristiano – fue considerada una corriente
radical, sólo una extrema consecuencia del verdadero mensaje modernista que
estaba lejos de constituir el paradigma del modernismo religioso, italiano o
europeo, que tampoco consiguió, a través del auxilio de Nova et Vetera, la unidad
deseada, y que fue rechazada por muchos de los restantes miembros del
movimiento a causa de la obvia incongruencia de acercarse a las doctrinas
marxistas por su falaz concepción escatológica que atentaba contra el auténtico
espíritu cristiano.
Con todo, es innegable la influencia de Nitti en Unamuno, como observa
Alfonso Botti, tanto que en Las Noticias de Barcelona le dedica un artículo en
1900 titulado «Il Mezzogiorno». No es dado saber hasta qué punto influyó su Il
socialismo cattolico, traducido al castellano en 1893, pero sólo el hecho de
descubrir un cristiano con hondas preocupaciones sociales debió de suscitarle
inmenso placer. Cierto es que en aquellas palabras que escribe a Clarín resuena el
espíritu de Nitti:
“Sueño con que el socialismo sea una verdadera reforma religiosa cuando se marchite el
dogmatismo marxiano y se vea algo más que lo puramente económico” 89 .
Y, en efecto, a la indudable simpatía del Rector de Salamanca hacia el
modernismo religioso, se opone la antipatía por el materialismo y utilitarismo del
llamado catolicismo social, en particular el belga, el jesuítico y el del obispo
87 F. T. Gallarati-Scotti, «Carta a Piastrelli», 25 de abril de 1908, en P. Scoppola, cit., pp. 321-322.
88 R. Murri, «Carta a Piastrelli», 4 de mayo de 1908, en P. Scoppola, cit., p. 297.
89 «Carta a Clarín», 31 de mayo de 1895, en Epistolario a Clarín, cit., p. 53
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