miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

que, a fin de cuentas, se enamora “un tanto ligermente, de toda lectura que cae en
sus manos” 75 . Prueba de ello será su carta principal dirigida a Federico Urales,
“Aprendí alemán en Hegel, en el estupendo Hegel, que ha sido uno de los pensadores que más
honda huella han dejado en mí. Hoy mismo creo que el fondo de mi pensamiento es hegeliano .
Luego me enamoré de Spencer; pero siempre interpretándole hegelianamente […] Bastante más
tarde leí a Schopenhauer, que llegó a encantarme y que ha sido, con Hegel, de los que más honda
huella han dejado en mí. En otro respecto, Carlyle, no por sus ideas, que me parecen de una
extremada pobreza y nada originales, sino por su manera de exponerlas, por su estilo impetuoso.
Carlyle ha sido acaso quien más ha contribuido a que encuentre yo mi proprio estilo. Pero tanto o
más que de filósofos o pensadores he sufrido la impresión de poetas, del gran Leopardi (me le sé
casi de memoria) ante todo, y de la lírica inglesa (Wordsworth, Coleridge, Burns, etc.), que es la
que prefiero. Difícil me sería precisar los orígenes de mi pensamiento, porque en un período de 10
o 12 años, del 80 al 92, leí enormemente y de cuanto caía en las manos, sobretodo de sicología (de
sicología fisiológica, Wundt, James, Bain, Ribot, etc., a que he hecho unas oposiciones) y de
filosofía (he hecho otras de metafísica), a parte de mis estudios filológicos. Pero siempre he leído
de todo física, química, fisiología, biología, hasta matemáticas. No hace mucho estudié geometría
proyectiva pura. Hará cosa de cuatro años, atravesé una crisis íntima de que sería larguísimo darle
detallada cuenta […] Bajo aquel golpe interior volví o quise volver a mi antigua fe de niño.
¡Imposible! A lo que realmente he vuelto es cierto cristianismo sentimental, algo vago, al
cristianismo llamado protestantismo liberal, al de los Baur, Harnack, Ritschl y a la tan simpática
escuela francesa de Renan, Réville, los dos Sabatier, Stapfer, Menegoz, etc., a la dirección que
marcó Schleiermacher. En otro orden de cosas , mis lecturas de economía (más que de sociología)
me hicieron socialista, pero pronto comprendí que mi fondo era y es, ante todo, anarquista […] El
anarquismo de un Ibsen me es simpático, y más aún el de un Kierkegaard, el poderoso pensador
danés de quien ante todo se han nutrido Ibsen y Tolstoi” 76 ;
y a Bernardo de Candamo en el mismo año,
“Lea cuanto se le antoje […] ¡Curiosidad omnilateral! Y me lo dice usted a mí que he leído de
todo, que no hace aún cuatro años me puse a estudiar un verano, con un amigo ingeniero,
geometría proyectiva? Fíjese en algo, dedíquele todos los días un tiempo dado, y el resto... a lo que
caiga! Ello se ordenará luego. Más [sic] lo que sí le recomiendo es que lea filosofía, filosofía pura
(Descartes, Kant, Hegel, Spinoza, etc.) digan lo que quieran es la médula de león, y aunque luego
la olvide uno le queda dentro. No crea en la eficacia honda del literato que no haya pasado por el
período metafísico y que haya pasado por él en serio. Le libra de caer en literatismo. Y luego... yo
75 J. J. G. Cremades, cit., p. 277.
76 «Carta a Urales», sin fecha, en F. Urales, La evolución de la filosofía en España, cit., pp. 161-
163.
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