miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

eza “Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su
vida?” 296 está reiterado casi al pie de la letra en Cómo se hace una novela cuando
el autor se pregunta “¿De qué te serviría ganar el mundo si perdieras tu alma?” 297 ;
en su Evangelio San Mateo denomina a Cristo “Hijo del Hombre” y en la oración
final de El Cristo de Velázquez se leen los siguientes versos:
“Hijo del Hombre, Humanidad completa
en la increada luz que nunca muere” 298 .
Sin embargo, Rodrigo Segarra notó que a menudo don Miguel adapta sus
comentarios a los episodios bíblicos “a la situación político-social de España
(llegando en ocasiones a realizar una españolización bíblica)” 299 . De ahí que la
trama narrativa de los Evangelios no sea más que un mensaje simbólico que
Unamuno aplica siguiendo el estro de unas interpretaciones tan bien ponderadas y
estructuradas como paradójicas, en un juego de irreverencia hacia cualquier forma
de verdad objetiva. En el ensayo de 1895 publicado por La España Moderna y
titulado «La tradición eterna», no disimula su más auténtico punto de referencia
para una conducta ética, no disimula la que considera la verdadera Escritura
Sagrada, fuente de sabiduría y hontanar de inspiraciones para la regeneración
española:
“el sublime final de su [de Cervantes] Don Quijote señala a nuestra España, a la de hoy, el camino
de su regeneración [...] aquel divino capítulo de Don Quijote, que debe ser nuestro evangelio de
regeneración nacional” 300 .
Esta afirmación sólo es un antecedente de lo que llegará a ser una auténtica
religión, una especie de búsqueda de naturaleza mística que le llevará a tomar la
obra maestra de Cervantes “como los místicos y los predicadores toman la Biblia
para sus elucubraciones” 301 . Al igual que lo que le pasa con el carácter de su
antidogmatismo, también las Sagradas Escrituras acaban por inspirarle más que
una revisión teológica y filológica modernista de las mismas, una lectura
296 Marcos 8:36.
297 Cómo se hace una novela, OCV, X, p. 923.
298 El Cristo de Velázquez, OCV, XIII, vv. 2536-2537, p. 801.
299 R. Segarra, La fe de Unamuno. Un camino entre la niebla, Barcelona, CLIE, 1998, p. 181.
300 «La tradición eterna», 1895, OCV, III, p. 183.
301 «Carta a Alicia H. Bushee», 5 de octubre de 1912, en M. García Blanco, «Prólogo», cit., p. 24.
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