miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

efiriéndose a Apolodoro, había escrito: “Revélasele la eternidad en el amor” 19 . De
ahí que el amor despierte el sentido de preservación. Es decir, para conocer a Dios
hay que tener hambre de Él, hay que anhelarlo, hay que amarlo y, por
consiguiente, “el conocimiento procede del amor y de la voluntad” 20 . Puesto que
sentimiento y conocimiento son dos formas diferentes de abarcar lo real y lo
irreal, la verdad y la mentira o la sustancia y lo inefable, lo fenoménico y lo
nouménico, lo aparente y lo trascendente, la inmanencia vital de Unamuno se
reduce, según la definición de Sarasa San Martín, a un conocimiento vital.
Además, su voluntarismo espiritual – según el cual la profundidad de la
personalidad humana no se rastrea en su ser, sino en lo que cada cual quisiera ser,
en lo que le permite vivir y sobrevivir al descubrir la esencia de la vida en la fe –
parte de la noción de conato de Spinoza y concibe al ser no sólo como una
entidad que posee aquella voluntad inconsciente tendida a la supervivencia, sino
que invade también el campo de todos los demás seres, sin al mismo tiempo dejar
de ser sí mismo 21 . Todo ser dotado de conocimiento apela a la necesidad de
supervivencia y su esencia consiste en el conato, el instinto de preservación del
propio ser. El conocimiento está, pues, al servicio de la vida y la creación de la
realidad sin la vida no sería nada más que una componente fenoménica: “La
existencia objetiva es, en nuestro conocer, una dependencia de nuestra propia
existencia personal” 22 . Por eso existen aspectos incognoscibles de la realidad,
porque no son necesarios a la vida. Pero, el hombre, entendido como
individualidad, vive en un contexto social que es a la vez expresión de una
exigencia esencial y de la personalidad. El instinto de perpetuación coincide con
la necesidad constitutiva del ser humano del que brota la sociedad. De la sociedad
nace la razón, el conocimiento es un producto social que debe su origen al
lenguaje, la necesidad del dialogo para la comprensión. El lenguaje es el origen
del pensamiento que es lenguaje interior 23 y la primera de las creaciones del
instinto de perpetuación. El origen de la razón es pragmático, en cuanto
constituye la condición indispensable de la existencia, pero su límite reside en su
naturaleza analítica, al no poder conocer sin distinguir:
19 AP, OCV, II, p. 521.
20 J. Sarasa San Martín, El problema de Dios en Unamuno, cit., p. 210.
21 Cfr. M. Blanco, La voluntad de vivir y sobrevivir en Miguel de Unamuno, Madrid, ABL Editor,
1994, p. 29 e p. 163.
22 STV, OCV, XVI, pp. 151-152.
23 «Carta a Giner de los Ríos», 27 de diciembre de 1899, en J. J. G. Cremades, Krausistas y
liberales, Madrid, Seminarios y Ediciones, 1975, p. 281.
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