miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

una simple confianza, ve en sus concepciones las mismas “de todo el
protestantismo desde que Lutero hizo la reforma” 60 .
Como en el caso de Azaola en relación con el catolicismo, incluso en las
interpretaciones de un Unamuno protestante afloran posiciones intermedias que
intentan manifestar la influencia de una y otra confesión. Es lo que hace José
María Martínez Barrera en su Miguel de Unamuno y el Protestantismo Liberal
Alemán de 1982, donde afirma, en breve, que sería más justo hablar de “simpatías
protestantes de Unamuno” 61 . Semejante postura, aunque mucho menos prudente,
es la del norteamericano Nelson R. Orringer en su Unamuno y los protestantes
liberales de 1985. Aquí trata la deuda del vasco con la que él mismo definió
“izquierda protestante” y, apuntando una opinable preferencia del aspecto ético
sobre el escatológico en Del sentimiento trágico de la vida, adopta para el
pensamiento religioso unamuniano la confusa definición de “ritschlianismo con
aspiraciones católicas” 62 .
Se coloca en una posición intermedia también Armando Savignano, al dividir
la evolución del pensamiento religioso unamuniano en cuatro etapas: una primera
de 1894 a 1897 caracterizada por un racionalismo humanista y por fases de
misticismo; una segunda, en el bienio 1897-98, en la que vuelve a acercarse al
catolicismo sentimental de la infancia para luego abarcar el protestantismo liberal;
una tercera, de 1904 a 1913, en la que domina el idealismo ético y el agonismo
entre fe y razón; y finalmente una cuarta, desde 1914 hasta su fallecimiento, en la
que asoma, más que nada, una actitud nihilista 63 .
Al igual que Aranguren, sostiene el sustancial tragicismo unamuniano también
Francisco Fernández Turienzo. El de Unamuno es, según su enfoque, un esfuerzo
desesperado que le impediría acceder al catolicismo por falta de esperanza en un
logro, ya que la vida simpre está amenazada por la cesación. Este tipo de actitud
ha de ser entendida “siempre como anhelo, nunca como logro; he ahí la
tragedia” 64 .
60 S. Benito, «La fe en don Miguel de Unamuno», en Crisis, año I, n. 1, 1954, p. 384.
61 a J. M . Martínez Barrera, Miguel de Unamuno y el Protestantismo Liberal Alemán, Caracas,
Imprenta Nacional, 1982, pp. 87-101.
62 N. R. Orringer, Unamuno y los protestantes liberales (1912). Sobre las fuentes de «Del
sentimiento trágico de la vida», Madrid, Gredos, 1985, p. 21.
63 Cfr. A. Savignano, Introduzione a Unamuno, Bari, Laterza, 2001, pp. 5-6.
64 F. Fernández Turienzo, Unamuno: ansia de Dios y creación literaria, Madrid, Alcalá, 1966, p.
180.
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