miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

elevación de la justicia y la verdad, que pudiera arraigar en el mundo moderno.
Confiriendo a la apologética católica una mayor apertura hacia los resultados de la
moderna investigación y arrancando de la teología del Espíritu Santo, que como
espíritu de verdad vive en la personalidad cristiana y la rinde libre en Cristo, se
opuso a la idea de que el moderno concepto de libertad pudiera contradecir la fe
católica 22 . En Il Programma dei modernisti. Risposta all’Enciclica di Pio X
«Pascendi Dominici Gregis», detrás del cual se encuentran, con toda probabilidad,
las figuras de Giovanni Semeria, Umberto Fracassini y Ernesto Buonaiuti, se
declarará plena fidelidad a la Iglesia, aunque no bajo la forma de una hipócrita
sumisión, sino como espíritu de colaboración 23 . Años más tarde, el mismo
Buonaiuti sostendrá que por hacer del catolicismo algo positivo, había que
convertir a Roma y al Papa en algo positivo, haciendo de Roma la metrópolis de
la civilización, y del Papa el depositario de los principios de la Idea y de la
Civilización. A su juicio, el catolicismo no puede ser reformado con intención
destructiva, a la manera protestante, sino constructiva, es decir, transformándolo
ya que transformación es vida 24 . Por todo ello afirmará que “Fino ad oggi si è
voluto riformare Roma senza Roma, o magari contro Roma”, en referencia a lo
que ocurrió con el protestantismo, “Bisogna riformare Roma con Roma; fare che
la riforma passi attraverso le mani di coloro i quali devono essere riformati” 25 . El
movimiento político-social de la Democrazia Cristiana de Romolo Murri aceptará
al mismo tiempo premisas tradicionales y modernas, tradicionales en los
principios y en la visión de la realidad, modernas en el método. Para Murri la obra
de restauración del catolicismo no podrá sino cumplirse bajo la sagrada égida de
la Iglesia 26 . Maurice Blondel, aunque no se reconociera en la categoría de
filósofos inmanentistas condenados por la encíclica, tomó la ocasión de la
condena para revisar sus teorías y no vaciló en reconocer la infalibilidad del
Pontífice 27 . No hay que olvidar que Alfred Loisy, aunque acabe confesando su
22 Cfr. H. Schell, Der Katholizismus als Prinzip des Fortschritts, Würzburg, Andreas Göbel, 1897.
23 Publicado anónimo por la editorial Fratelli Bocca de Torino en 1907.
24 E. Buonaiuti, Le modernisme catholique, Paris, Rieder, 1927, edición consultada Il Modernismo
cattolico, Modena, Guanda Editore, 1943, pp. 128-129.
25 Ibidem, p. 128.
26 Cfr. P. Scoppola, Crisi modernista, cit., pp. 135-136.
27 Después de varias consultas con Wehrlé, Mourret, Laberthonnière, Mallet, Nouvelle – véase R.
Virgoulay, Blondel et le modernisme: la philosophie de l'action et les sciences religieuses (1896-
1913), Paris, Cerf, 1980, pp. 245-250 – Blondel redactó el texto, en nombre de toda la Rédaction
de los Annales de philosophie chrétienne, «L'Encyclique “Pascendi dominici gregis”», donde
proclama la adhesión de la revista al documento papal, año LXXIX, octubre de 1907, n. 155, pp.
5-9. Muy interesante, a este respecto, es el diálogo con su amigo Laberthonnière, véase
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