miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

adquiriendo conciencia en el universo. Se realiza así la union hipostática que
consistiría, según el filósofo alemán, en el conocimiento que Dios adquiere de sí
mismo en el hombre, y el conocimiento que el hombre consigue de sí mismo en
Dios, es decir, una idea de la union de Dios con el hombre que, al adquirir
conciencia de sí misma, reconoce su identidad sustancial con el hombre. La
naturaleza y el mundo de las conciencias confluyen en la misma idea divina,
sostiene Hegel en el apartado titulado «La religión revelada» de su
Fenomenología del espíritu. El estadio del simbólico sublime hegeliano, que
concebía un primer momento de panteísmo, parece volver en los citados versos de
El Cristo de Velázquez y algunos años más tarde, en La agonía del cristianismo,
reitererá una consideración semejante, partiendo del Evangelio de Juan (1:14), que
permite sacar algunas reflexiones más sobre su concepción del Cristo histórico:
“«El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros...» Y aquí se nos presenta la tan debatida cuetión,
la cuestión por excelencia agónica, la del Cristo histórico. ¿Qué es el Cristo histórico? Todo
depende de la manera de sentir y comprender la historia” 346 .
Asoma, pues, toda la postura relativista de don Miguel que sólo busca su
propia verdad, una verdad relativa, la única que logra concebir, y no la verdad
histórica de la existencia de Jesús que tanto apasionó a los modernistas religiosos.
El relativismo modernista se reduce, por lo menos en la mayoría de los casos, a la
concepción inmanentista: todo es relativo según el sentimiento de cada cual. En
Unamuno, en cambio, el relativismo trasciende incluso los límites de la realidad
empírica, del conocimiento científico y lo primero que se pregunta es:
“¿Qué es conocer? [...] Se dice que se conoce una cosa cuando se la distingue de las demás,
cuando se la clasifica según su género y especie siguiendo sus analogías y diferencias” 347 .
Por lo cual, no se puede conocer ninguna cosa si no es en relación con todo lo
que nos rodea. El conocimiento es, pues, relativo. De ahí que realice un Cristo que
se aproxima a la idea del crisitianismo católico, pero al fin y al cabo, sólo resulta
ser una creación de su fe del corazón, y si por un lado se acerca a la noción de
inmanencia, por el otro se aleja del historicismo modernista. De hecho, el Rector
de Salamanca, con sus habituales juegos de palabras, muy ponderados a la hora de
346 AC, OCV, XVI, p. 480.
347 «Carta a Solís», en L. Robles, «Unamuno y las pruebas de la existencia de Dios», cit., p. 1019.
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