miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

Después, el decreto Lamentabili extenderá y explicará la condena y, desde la
proposición n. 10 hasta la n. 21, se declara que no fue la fe primitiva de las
primeras comunidades cristianas lo que dio origen a los Evangelios, sino la
inspiración divina que obraba dentro del espíritu del hagiógrafo.
Sabido es que Loisy fue el mayor promotor modernista de la libre exégesis de
estos texos. Su batalla está plenamente activa ya en 1892, cuando funda la revista
L'Enseignement biblique que recogía los temas de su curso de Exégesis Bíblica y
todas las principales ideas, fruto de diez años de estudios críticos y filológicos,
que aparecieron en los tres volúmenes publicados entre 1890 y 1892: Histoire du
canon de l'Ancien Testament, Histoire du canon du Nouveau Testament e Histoire
critique du texte et des versions de l'Ancien Testament. La revista no tuvo larga
vida ya que inmediatamente después de la aparición de la encíclica
Providentissimus Deus en 1893 el abate francés preferió suprimirla para evitar la
condena. Sin embargo, su actividad no se paró ahí. En 1902 publica su famoso
L'Évangile et l'Église, cuyo núcleo analítico se cifra, esencialmente, en el
concepto de Reino en el mensaje neo-testamentario. Loisy reconocía, acorde con
los resultados adquiridos a través del empleo de la nueva ciencia bíblica, que el
Reino de Dios anunciado por Jesús tiene un valor escatológico, es decir, está
vinculado a un evento prodigioso a través del que la divina Providencia de Dios
intervendrá para cerrar la historia actual e inaugurar la de su justicia y beatitud.
Jesús, por lo tanto, propalaba un Reino futuro del que él era el heraldo y el Rey
predestinado al mismo tiempo. Así que si por un lado adopta una posición
diametralmente opuesta a la de Harnack, que había censurado dos milenios de
historia cristiana en su búsqueda de la esencia del cristianismo, por el otro llega a
conclusiones ambiguas acerca de las calidades mesiánicas y de la íntima
naturaleza de la figura de Cristo. En 1903, además, Loisy publicará el pequeño
volumen rojo, Autour d'un petit livre, en el que recogía algunas cartas para aclarar
las posiciones de su publicación precedente, y Le Quatrième Évangile, donde
sostiene la inautenticidad del cuarto Evangelio, su carácter simbólico producto no
de una demostración histórica de Cristo, sino de la fe de las primeras comunidades
cristianas. En enero de 1908 verán luz, además, los dos intensos volumenes de
Les Évangiles synoptiques. Aquí el exegeta narra el ambiente en el que surgieron
los primeros tres Evangelios, en una reconstrucción histórica del programa
mesiánico de justicia perfecta de Jesucristo. Los principios más fecundos de la
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