miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

donde ofreceremos el escrito por entero; aquí sólo nos interesa señalar cómo el
pensador vasco toma explícitamente distancia de la posición de Loisy al no creer
en la distinción entre el Jesús histórico y el Cristo ideal:
“M. Loisy paraît supposer, si je ne me trompe pas, que l'existence historique de Jésus est autre
chose que l'existence idéale du Christ, autre chose que l'existence spirituelle ou métapsychique de
la puissance personelle et idéale du Christ vivant dans la conscience chrétienne. C'est au fond, un
historicisme nominaliste, au sens de l'Ecole. Et je ne peux pas y croire” 364 .
De hecho, don Miguel sigue en su producción cristológica una trayectoria,
como resulta de los citados versos, que le conducirá a entremezclar elementos
humanos y divinos en la que se considera su máxima obra poética. Se nota la
evolución de la imagen de un Cristo totalmente humano a un Cristo sí realista,
pero tendente a la divinidad a través de una evidente congoja. Unamuno, asiduo
lector de la más reciente producción religiosa, conocía tanto las teorías de los
protestantes liberales como las de los modernistas, así como las polémicas en
torno al Cristo metafísico y al Cristo de la historia. Partiendo de múltiples fuentes,
trató de brindar al nuevo siglo su peculiar idea de Cristo en el terreno de la lírica.
De ello se deduce que ceñir el campo de la influencia de la cristología
unamuniana a la sola tendencia modernista significaría limitar el alcance de un
pensador tan polifacético y voluble como Unamuno. Su cristología, en la medida
en que se va acercando a la humanización de Jesús, es tan cercana a la cristología
modernista como lo es, sólo por citar algunas influencias, a la teología luterana de
la cruz asimilada a la escatología católica de la resurrección, al humanismo
cristocéntrico de fray Luis de León, al concepto de religión revelada que Spinoza
expone en su Tractatus theologico-politicus y a la revelación cordial de la
Esquisse d’une philosophie de la religion d’après la psychologie et l’histoire de
Auguste Sabatier, a la unión de lo divino con lo humano de Harnack, al agonismo
kierkegaardiano, al simbolismo místico De los nombres de Cristo de fray Luis de
León, a la unidad dialéctica de escisión y reconciliación en el Grundlinien der
Philosophie des Rechts de Hegel, en una “acertada conjunción de la sensibilidad
protestante con la palabra y la mística católica” 365 que es su El Cristo de
Velázquez. Todo ello porque la religión de Unamuno es un cristianismo sincretista
364 «Gesù o Cristo?», en Cœnobium, año IV, 1910, n. 3, pp. 26-31. Cfr. infra, p 629.
365 P. Cerezo Galán, Las máscaras de lo trágico, cit. p. 547.
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