miguel de unamuno frente al modernismo religioso - Gredos ...

frente al tradicionalismo religioso dominante y convertirse en el importador del
modernismo religioso en España.
Sin embargo, queda un aspecto de no secundaria importancia que Botti pone en
evidencia: Edmundo González Blanco es el intelectual laico español más erudito
sobre la exégesis bíblica y la historia del cristianismo y posee un bagaje de
conocimientos científicos en relación con las ciencias religiosas que sin duda le
falta a Unamuno 258 . Es una afirmación muy significativa por lo dicho hasta ahora,
porque a través del bosquejo de la crítica que emprendió esa desesperada
búsqueda de fermento innovador en España, asoma un único punto de continuidad
que pone a todo el mundo de acuerdo: Miguel de Unamuno, con mayor o menor
convicción, con mayor o menor intensidad, es unanímemente el que más participa
del movimiento. A este respecto, cabe diferenciar la teología de la ciencia de la
religión. Cuando se hace referencia a ésta última se entiende, normalmente, “una
rama objetiva del saber humano, que abarca muchas zonas: histórica, sociológica,
fenomenológica, antropológica. Los buenos tratadistas de ciencia de la religión no
necesariamente son profesadores de la fe o de las religiones que describen y
estudian” 259 ; mientras que la teología supone una aproximación confesional.
Unamuno, en cambio, no defiende otra causa que la suya, demostrando adherencia
sólo con la creencia que se forja a su antojo, pero sin el bagaje cultural en mérito a
la exégesis bíblica o a las ciencias religiosas que posee un pensador religioso puro
como, por ejemplo, Edmundo González Blanco.
La posición de la crítica con repescto a los intelectuales seculares de la
sociedad española, que de algún modo se relacionaron con el modernismo
religioso o que se plantearon el problema de la necesidad de reforma del
catolicismo a caballo entre los siglos XIX y XX, podría sintetizarse con el
siguiente esquema:
258 Ibidem, p. 229.
259 J. M. a González Ruiz, cit., p. 15.
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